Inmerso en la IV Expedición Científica a la Antártica, denominada 'Almirante Tono', el docente de la Universidad del Magdalena, Jorge Páramo Granados, hizo revelaciones de la trascendental travesía, destacando como punto de importancia la proximidad de la instalación allí de una base colombiana.
El magíster en Ciencias Pesqueras y Doctor en Ecología Marina, comunicó que en los últimos días el grupo de expedicionarios nacionales (37) estuvo en el estrecho de Gerlache donde ya se ubican bases de Estados Unidos, Ecuador, Perú, Chile y Brasil.
Llamado también paso de Gerlache, es un cuerpo de agua de 100 millas de largo y de 4 a 20 millas de ancho, que separa el archipiélago Palmer de la costa Danco, en el lado occidental de la península Antartica. Se extiende en dirección noreste a sudoeste.
Luego de un recorrido por el área, los científicos visionaron la consolidación de una estación propia, por tanto se replanteó el proyecto de que 'en un futuro cercano se instale la base, ya sea permanente o por lo menos en el verano'.
'En el momento se piensa identificar un lugar donde se pueda colocar estacionalmente para avanzar en investigación', afirmó Páramo.
Detalles
La base o estación de verano se denominaría ‘Almirante Padilla’ y exclusivamente serviría para la investigación científica con el compromiso de alcanzar un desarrollo sostenible en materia de protección ambiental y poder contribuir en la conservación y protección de esta región.
En su investigación a bordo del El buque de la Armada ‘ARC 20 de Julio’, el docente de Unimagdalena, estudia el alimento de las ballenas jorobadas utilizando los equipos más modernos que existen en investigación pesquera proporcionados por la Alma Mater a través del Centro de Investigación, Ciencia y Tecnología Pesquera Tropical.
Explicó que evalúa el krill (crustáceo que está en las columnas de agua que hace parte del zooplancton) y que son el alimento principal de las ballenas. El análisis tiene que ver con su relación predador-presa con el alimento del mismo crustáceo y cómo estaría relacionado con el avistamiento de las ballenas en el Pacífico colombiano.
'Estoy en representación de la Universidad haciendo parte de la IV Expedición Científica y la idea es ser miembro en los próximos años de la Comisión Internacional de la Antártida pero para eso tenemos que mostrar presencia de investigación', señaló.
El riesgo
El profesor Páramo comentó que el riesgo también hizo parte de la expedición, pues durante el recorrido marítimo tuvieron que pasar por el más temido tramo de mar: el Pasaje de Drake, entre Tierra del Fuego y la Antártida, una de las rutas de navegación más temidas y peligrosas del mundo, camino obligado para llegar al continente helado.
Para ello tuvieron alerta de la Capitanía de Puerto por intensas oleadas y vientos fuertes, por lo cual Punta Arena fue su posada por tres días.
'No obstante, al abrir la ventana de navegación todo resultó positivo, teniendo en cuenta la fortaleza de la embarcación, las buenas condiciones de navegación y el hecho de contar con un piloto experto en la conducción y guía en la Antártica', dijo el científico.