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La solución provisional al problema de erosión en el corregimiento de Guáimaro, municipio de Salamina, Magdalena, ya tiene luz verde luego que en sesión del Ocad de municipios ribereños y Canal del Dique, se apropiaran $2.600 millones. La alcaldía municipal aportará $100 millones más.

El recurso había sido comprometido en una mesa de trabajo interinstitucional realizada hace un mes en Bogotá y a la que asistieron la gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, y el alcalde del territorio afectado, José Díaz Marchena.

Los argumentos de los funcionarios sobre el problema –expuestos como un grito desesperado de ayuda por parte de la comunidad– fueron de buen recibo por Cormagdalena, Invías y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, UNGDR, cuyos titulares asistieron a la convocatoria.

'Celebro que hoy ya la comunidad de Guáimaro tenga una solución concreta a su situación de emergencia, a partir de nuestra convocatoria, hoy es una realidad que el corregimiento y el alcalde José Nicolás Díaz cuentan con los recursos necesarios para iniciar los trabajos de protección de su ribera', manifestó el Director Ejecutivo de Cormagdalena, Alfredo Varela De la Rosa.

El pasado 22 de febrero por gestión del Director de Cormagdalena se convocó una reunión con otras autoridades del orden nacional como el Invías, la Unidad de Gestión del riesgo y el Departamento Nacional de Planeación, así como una visita técnica de campo al corregimiento, con miras a ofrecer acciones de mitigación de riesgo inmediatas para esta población.

'Hace apenas tres semanas convocamos a todos los entes competentes y nos trasladamos a este corregimiento atendiendo con inmediatez el llamado de la comunidad, hoy ya hay una solución para los habitantes de esta población ribereña. Qué alegría se siente cuando salen las cosas bien, en beneficio de nuestros conciudadanos', señaló Varela De la Rosa.

Antes de las lluvias

En consecuencia, las obras de protección de orillas requeridas en este municipio ribereño podrán iniciarse prontamente dada la declaratoria de calamidad pública aún vigente, para comenzarlas antes de que comience la temporada de lluvias.

El pasado 20 de febrero, ante la alerta por la erosión costera que se registra en el corregimiento de Guaimaro, la alcaldía de Salamina, declaró la calamidad pública y llamó la atención de las autoridades competentes del orden nacional para atender el clamor de los habitantes, pues el pueblo está a punto de partirse en dos.

Daddy Gutiérrez, directora de la oficina de riesgos y desastres del Magdalena, manifestó que la decisión de declarar la calamidad en el territorio, además de ser necesaria por las evidencias, se adopta al tener en cuenta que se tiene cerca la primera temporada de lluvias pronosticada para abril.