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La fragata portuguesa, el organismo marino que en los últimos 20 días ha sido noticia por la alerta que ha despertado entre los bañistas debido a su toxicidad y masiva presencia en las playas de Santa Marta, Cartagena y Salgar, en el Atlántico, no es tan mala como la pintan.

Aunque científicos comparten las alarmas y reconocen que hay que tener cuidado, aseguran que también se debe admitir que hasta cierto punto 'se ha generando un temor infundado'.

Así lo dice el magíster en biología marina y docente universitario, Paulo César Tigreros, quien sostiene que 'la gente está llegando al punto de no meterse al mar por miedo a tener contacto'.

Asegura el especialista que aunque su ‘picada’ es fuerte y en casos extremos ha producido un efecto fatal, especialmente en el Mediterráneo y La Florida, no es descabellado decir que otros organismos suelen ser más letales. 'Si es por muerte asustémonos entonces por las picadas de algunos zancudos de nuestro medio', dijo.

No es medusa

El biólogo Paulo Tigreros aclaró que la fragata portuguesa es una cosa y la medusa es otra, por eso afirma que hay que diferenciarlas.

Además de pertenecer a clases diferentes, se distancian en su parecido porque la medusa es un solo organismo y la Fragata una colonia. Igualmente las primeras pueden técnicamente abrir y cerrar su campana o sombrilla, pudiendo así nadar o desplazarse, en cambio las segundas van a la deriva llevadas por el viento.

'En primer lugar es importante tener claro que la ‘fragata portuguesa’ no es una medusa, por ende tampoco una aguamala', recalcó.

Se indicó que la llegada de estas colonias a las costas del Caribe, no es algo nuevo ni es un fenómeno desconocido, sino que normalmente para estas épocas suelen mostrarse y desaparecer. 'Es por ello que no se debe ser extremista en las alarmas, simplemente tomar las precauciones pertinentes', enfatizó el científico.