El emblemático árbol de bonga ubicado en la terraza de la casa de doña Celestina Rico, en el barrio 20 de Julio de Santa Marta, presenta un nuevo ‘look’. Sus ramas fueron podadas luego que por las brisas afectaran la estructura de la vivienda donde está plantado y otras casas vecinas.
Este gigantesco árbol ha crecido en medio de amores y desamores, pues mientras unos buscan talarlo por los efectos nocivos que ha causado al suelo y a las casas; otros, se niegan a ello aduciendo que se cometería un crimen ecológico. También señalan que 'el árbol es un referente de la ciudad'.
La propietaria de la casa en donde está ubicado manifestó haber presentado una acción de tutela ante un juez, a través de la cual solicita la tala definitiva del árbol al considerar la expansión de sus raíces.
El procedimiento jurídico aún no ha sido comunicado al ente ambiental del Distrito (DADSA), que anunció que 'solo se procederá a tal iniciativa en el caso de que así lo ordene una autoridad judicial competente'.
En años anteriores se habría emitido un fallo judicial que ordenaba se derribara el árbol, pues el sentido del mismo señalaba que se debía proteger la vida humana. No obstante, esa sentencia no es del conocimiento del DADSA, por lo que hasta que no se le comunique dicha resolución, no se talará.
'Sólo lo haremos obedeciendo única y exclusivamente la decisión judicial', indicó un vocero del ente ambiental.
El ramajeo
Por lo pronto y mientras se surtan las acciones legales, con podas en ramajes secos y teniendo en cuenta los fuertes vientos que por esta época amenazan con desprender o derribar algunos árboles de Santa Marta, se adelantó el operativo de mantenimiento sobre la emblemática bonga ubicada a la altura de la carrera 16.
La diligencia se cumplió el jueves por medio de la Unidad de Mantenimiento y Embellecimiento –UME.
El procedimiento fue explicado por el director de la autoridad ambiental, Wilson Rodríguez, quien dijo que 'la bonga o ceiba pentandra registra ramas necróticas o secas en su interior y centro; un agujero en su tronco, la corteza podrida y raíces levantadas que vienen causando afectación a las paredes de una de las casas'.
'Cabe resaltar que, teniendo en cuenta la problemática del individuo forestal, nos dimos la tarea de socializar con los vecinos, quienes se pusieron de acuerdo con la actividad', anotó.
Agregó que 'con base en ello, nos apoyamos en la norma de tala de emergencia que dice:
'cuando se requiera talar o podar árboles aislados localizados en centros urbanos que por razones de su ubicación, estado sanitario o daños mecánicos estén causando perjuicio a la estabilidad de los suelos, a canales de agua, andenes, calles, obras de infraestructura o edificaciones, se solicitará por escrito autorización, a la autoridad competente, la cual tramitará la solicitud de inmediato'.
Antecedente
Hace ocho años un viejo árbol de Bonga, del que se afirma Simón Bolívar lo utilizaba para descansar en su cabalgata hacia San Pedro Alejandrino, fue objeto de una polémica quizás más aguda que la del presente con el árbol de caucho. Ubicado en el barrio Tayrona, se proyectaba allí la construcción de la nueva sede de Corpamag.
Luego que se concertara con la comunidad y con quienes salieron en defensa de la gigantesca bonga, se determinó dejarlo allí. Corpamag elaboró el diseño de la edificación ajustado a la bonga y hoy el árbol hace parte del paisaje interno de la entidad.
El árbol de Bonga (Ceiba pentandra) es una de la plantas nativas de esta región y la cual por la expansión que ha tenido la ciudad de Santa Marta ha venido siendo eliminada de la zona urbana. Sin embargo, son muchos los árboles que aún se encuentra en nuestra ciudad, mostrando su belleza y esplendor.
La bonga es un árbol de la familia de las Bombaceae, la cual alcanza alturas de hasta 60 a 70 metros, tronco grueso de hasta 3 metros de diámetro.