Compartir:

El condominio Lagomar, ubicado en el corredor turístico del sur de Santa Marta, sector de Pozos Colorados, cuya construcción quedó a medias hace más de 20 años, está invadido por migrantes venezolanos que han arrendado apartamentos y que viven como ‘reyes’, con el mar a sus espaldas y la Sierra Nevada al frente.

Los nuevos habitantes (90 familias) del que sería uno de los edificios de apartamentos más lujosos de la zona, con 13 pisos, piscina, baños con jacuzzi y áreas comunes, y que terminó siendo un ‘elefante blanco’, pero vestido de etiqueta, han alquilado con los supuestos dueños, a quienes les consignan entre $180 mil y $200 mil mensuales por un aparta estudio y $500 mil por apartamentos de dos y tres habitaciones.

Sin embargo, en temporada de vacaciones, los arriendos a turistas son parecidos a los de cualquier aparta hotel o edificio con servicio de hotelería paralela.

Empresarios del turismo sostienen que la presencia de venezolanos, sin un debido control y estudio de hojas de vida, 'constituye una amenaza para el sector turístico y de manera especial por los problemas de inseguridad que podrían generar'.

Carlos Meléndez, propietario de un negocio de cabañas, sostiene que 'esto le resta categoría a una zona de importancia turística para la ciudad'.

El presidente ejecutivo de Cotelco, capítulo Magdalena, Omar García Silva, recalcó que 'afecta el sector' y preguntó, ¿de dónde obtienen los servicios públicos?.

En efecto, llama la atención es que ‘Lagomar’ tiene servicio de energía, siendo que nunca Electricaribe ha otorgado permiso para proyecto alguno de electrificación.