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El ministro de Defensa, Guillermo Botero Nieto, arribó al mediodía de este martes al casino de oficiales de la Policía Metropolitana, en donde se reunirá con las autoridades administrativas y militares para analizar la situación que hay en Santa Marta.

'Estamos aquí para buscar la tranquilidad de todos los habitantes de la ciudad y del Magdalena', dijo Botero a su arribo a Santa Marta, en donde escuchará las inquietudes de la gobernadora Rosa Cotes y del alcalde (e) Andrés Rugeles.

La presencia del jefe de la cartera de seguridad en la ciudad se debe a los últimos hechos delictivos, 10 homicidios en Santa Marta en lo que va de julio, entre ellos, el asesinato de un empresario bananero, lo que prendió las alarmas entre el gremio de productores y la ciudadanía en general.

Cabe recordar que, el Comité Intergremial y la Cámara de Comercio de Santa Marta repudiaron el asesinato del empresario Hali Saghair Granados y pidieron la intervención del Gobierno Nacional para aclimatar el ambiente de inseguridad que se respira.

En un comunicado expresan su rechazo, no solo por este infausto suceso, sino por los actos violentos que se han registrado en el último mes y que han cobrado la vida de nueve personas.

'Hacemos un urgente llamado al Gobierno Nacional y a las autoridades correspondientes, para intervenir de manera inmediata en la ciudad ante esta problemática causada, entre otros factores, por la disputa de las organizaciones criminales por el control del territorio que es foco de actividades ilegales', dice el documento.

Entrega de delincuentes en Arauca

La presencia del ministro de Defensa estaba programada para las 10:00 a.m., pero su estancia en Arauca se prolongó más, debido a la entrega voluntaria de 12 personas de un grupo armado organizado en esa zona del país.

'Desarticulamos una organización criminal. Doce personas decidieron comparecer ante la justicia, cuatro de ellos son menores de edad y uno de nacionalidad venezolana', indicó.

Asimismo, se señaló que enfrentamiento con grupos delincuenciales terminaron con el asesinato de un soldado en el municipio de Tame (Arauca) y dos policías más en Ocaña (Norte de Santander).