Los líderes en Santa Marta y el Magdalena se congregaron en el parque Bolívar, en el centro de la ciudad, en compañía de varios sindicatos para rechazar los asesinatos en contra de esa población que ha ocurrido en el país.
El coordinador de la Mesa de Víctimas del Distrito y Departamento, Odorico Guerra Salgado, hizo un llamado a las autoridades en el país para que no descuiden a los líderes que trabajan por sacar adelante a sus poblaciones y pidió celeridad en las investigaciones frente al gran número de amenazas que hay.
'En el Magdalena hay cerca de 300 líderes amenazados. Es preocupante porque todas las investigaciones que hace la Fiscalía no han arrojado resultados. Pedimos avances para saber quién está matando', dijo Guerra.
En la plaza había fotografías y mensajes en alusión a los líderes asesinados este año en la capital del Magdalena.
Maritza Quiroz, lideresa de la Mesa de Víctimas, fue asesinada a tiros el 5 de enero en la vereda San Isidro en la Sierra Nevada de Santa Marta. Varios allegados nos explicaron que su familia no pudo asistir a la manifestación porque por cuestiones de seguridad se encuentran fuera de Santa Marta.
Luego el 15 de enero fue ultimado por desconocidos el guardaparques, Wilton Fauder Orrego León, en la vereda de Machete Pelao, en el corregimiento de Guachaca.
Por último, el 30 de mayo, en la vereda Quebrada del Sol fue asesinado Joaquín Trujillo, quien por dos décadas fue el presidente de la Junta de Acción Comunal de esa zona en Guachaca.
Ante estos asesinatos, ocurridos en el área rural de Santa Marta, Odorico Guerra enfatizó en que se necesita presencia del Estado para garantizar la seguridad de los líderes.
'En los últimos tiempos los defensores hemos vivido con miedo por los asesinatos. Nos intimidan por panfletos, llamadas, correos, han sido mucha las modalidad que han aplicado, día a día', indicó.
Uno de los gremios que se unió a la concentración fue el Sindicado de Educadores del Magdalena, Edumag. Su presidenta, María del Carmen Ceballos, recordó que en 40 años el magisterio ha sufrido la muerte de 1.100 maestros.
'La educación es la única salida que hay para la pobreza, por eso nos unimos porque están desapareciendo las fuerzas vivas'.
Ceballos señaló que en el comité de seguimiento se reciben a diarios las denuncias por amenazas a docentes por parte de personas extrañas.
'La geografía del Departamento es netamente rural. No hay garantías para que el maestro llegue a dar las clases. No hay presencia policía para garantizarles la vida a nuestros maestros', manifestó.