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Catorce meses después de que el Bienestar Familiar encabezara el 'ejército social' de varias entidades oficiales para luchar contra la pobreza en Tasajera, luego de que EL HERALDO publicara el 22 de abril de 2018 el reportaje 'La miseria eterna de Tasajera', que daba cuenta de la debacle social y económica de esta población del Magdalena, las cosas allí no han cambiado para nada. Incluso, se puede afirmar sin tapujos que han empeorado.

El jueves, en una nueva visita de los reporteros de esta casa editorial, encontramos que el corregimiento, en jurisdicciónde Puebloviejo, sigue sumida en la miseria y en el abandono estatal, como lo ha estado a lo largo de varias décadas.

La entrada de este corregimiento de 10.000 habitantes, con un índice de pobreza del 96 por ciento, está rodeada de centenares de montañas de basura y todo tipo de desechos acumulados a ambos lados de la vía.

Miseria humana. Basta echar un vistazo a sectores como Adonay, asentamiento levantado a un lado de la carretera, para comprobar la verdadera y triste miseria humana: los ranchos se levantan de madera y plástico, y permanecen rodeados de aguas negras porque no cuentan con un servicio de alcantarillado.

El otro clamor de los habitantes es por la falta de agua potable. Actualmente les toca instalar tanques plásticos enfrente de sus casas para esperar el carrotanque que se la vende a diario, porque el bombeo es de apenas una hora semanal.

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'Son 40 minutos recibiendo agua sucia, negra. Y los otros 20 es cuando llega la limpia, la que escasamente alcanzamos a recoger. Pero eso sí, la factura no falla, y alta', dice en tono molesto Bryan Ruiz Cabello, residente en la calle 6 entre carreras 6 y 7, barrio La Gloria.