El barrio Los Laureles de Santa Marta se conmovió este miércoles en la mañana con un hecho poco usual: un bombero persuadió durante cinco minutos a un joven de que no se lanzara desde el tercer piso de una edificación, ubicada en la carrera 21A 2 # 29 – 30.
'Tú quieres matarte, pero Cristo quiere salvarte, quiere vida para ti y para los demás…', le repitió varias veces Javier Enrique Cantillo Valle, del Cuerpo de Bomberos al hombre que amenazaba con lanzarse, en medio de la expectativa de una veintena de curiosos que observaban con atención el diálogo. 'Por fortuna, tuvo un final feliz', como lo aseguró entre lágrimas María Eugenia Márquez, una ama de casa que pasaba por el lugar.
La señora contó que durante una hora los vecinos intentaron evitar que el joven se lanzara. Los testigos narraron que el hombre, que vestía solo con un pantalón rojo, sostenía en sus manos un pedazo de hierro que le servía de arma para evitar que alguien subiera y lo bajara.
Acompañado del teniente Freddy Mendivil, el bombero Cantillo Valle llegó al lugar revestido de valor y de 'mucha fe', como lo asegura. 'Estaba convencido que con el don de la palabra podría salvarlo', agregó.
Desde la escalera y a escasos tres metros Cantillo seguía hablándole.
'Tú quieres matarte, pero Cristo quiere salvarte, quiere vida para ti y para los demás. Hablemos, siéntate allí. Yo quiero ayudarte, pero tienes poner de tu parte' le repetía.
'Bájate de esa nube', le respondió, entonces, al bombero.
'Yo no estoy en una nube, en la nube estas tú', interpeló Cantillo.
En medio de la conversación, pidió un cigarrillo y luego con qué encenderlo. Seguidamente se quedó tranquilo y fue cuando los bomberos subieron a la azotea para rescatarlo, a lo que los curiosos respondieron son sonoros aplausos.
Para el bombero esta ha sido una de sus más grandes satisfacciones en el ejercicio de su profesión. 'No me considero un héroe sino alguien que cumplió una misión', anotó.
Afirma que los méritos no son solo suyos, sino de todos los bomberos que acudieron al llamado de socorro que hizo una comunidad.
'Particularmente siento una satisfacción muy grande de poder ayudar y de servir a la gente' precisó.
Cantillo Valle, 47 años, lleva diez en Bombero, a la que ingresó como conductor. Actualmente está capacitado en rescate y en línea de fuego.
Hace 22 años se convirtió al evangelio y hoy es pastor de la iglesia 'Casa Ministerial Dí la Palabra', en el barrio Nueva Galicia, de Santa Marta.
Es oriundo de Pivijay, Magdalena y está casado con la barranquillera Claudia Hernández, de cuya unión hay tres hijos, Javier, Andrea y Joel, todos mayores.
Confiesa que su sueño, antes de ser bombero, era tener su propio almacén de repuestos automotriz, oficio en el que laboró en Barranquilla por varios años.