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En Gaira, al sur de Santa Marta, la pandemia por el coronavirus obligó a los Fuentes Aritama a no celebrar con ruido y pompas el cumpleaños de Juana, la gran madre y 'reina de la casa'; la 'mujer hecha de roble' que en medio del desasosiego que existe por la COVID-19, llega a 112 años de nacida.

Esta vez no habrá licor, ni mariachis, tampoco invitados, pero si mucha oración y súplicas para que Dios la conserve sana y con vida por más tiempo.

Sin embargo, sus hijos y nietos reconocen, que hace rato 'pasó la meta' y que en cualquier momento le dirá adiós a este mundo. Son concientes que cuando se vive mucho tiempo, se pierde el derecho a ser compadecido al morir.

'En estos últimos cuatro días tenía problemas para dormir, sin embargo ayer pudo hacerlo todo el día y eso nos tranquiliza', dijo Sugey, una de sus nietas.

Manifestó que su abuelita poco conocimiento tiene de lo que está pasando con la COVID -19, aunque pregunta el por qué ya no la visitan como antes.

Entonces le dicen: 'Abuela, en el ambiente hay un virus y el médico prohibió las visitas'.

Por quien pregunta con insistencia es por su vecina Acela Durán y por sus hijos, Silfredo, Olga que vive en el barrio Villa Marbella y Tranquilina, en Sincelejo.

Testigo de epidemias

Nacida el 24 de junio de 1908, durante la presidencia de la república de Rafael Reyes y cuando se implantó por primera vez en Colombia el uso de la estufa eléctrica, Juana Aritama ha sido testigo de varias epidemias que azotaron a la región, causando muertes.

Por ejemplo, la peste bubónica o 'peste negra', que sorprendió al Caribe colombiano entre los años 1913 y 1914.

Era un virus que hacía daño en los ojos, los pulmones y los ganglios sexuales, hasta ocasionar la muerte.

Los primeros casos fueron registrados en varias poblaciones del Atlántico: Usiacurí, Isabel López, Baranoa y de allí saltó a Santa Marta y Aracataca; luego a Cartagena y Calamar, en Bolívar.

También vivió la gripe española que en el año 1918 hizo estragos en Colombia, tras ingresar por los puertos de Santa Marta y Cartagena, aunque sus peores daños los causó en una región insospechada: las montañas de Boyacá, donde causó cerca de 2.800 muertes.

Otras más recientes como el Síndrome Respiratorio del 2002, la gripa Aviar del 2003 y la nueva gripa porcina del 2009.

Su familia

De raíces cartageneras, Juana nació en el hogar de Domingo Aritama y Teodora Alandete. Se casó con José Rosario Fuentes, de cuya unión nacieron 6 hijos, de los cuales 4 le sobreviven: Tranquilina, Olga, Silfredo y Rosario.

Tiene 41 nietos, 95 bisnietos, 52 tataranietos y un chozno, todos felices porque el símbolo de la familia sigue ‘vivita y coleando’.

Trabajó hasta los 84 años, siendo cocinera en un restaurante de El Rodadero, propiedad de Dominga Hincapié. También vendió frutas en el mercado público de Santa Marta.

Esta mujer, cuyos recuerdos fotográficos de su juventud se los llevó un huracán que hace muchos años causó estragos en Gaira, guarda con recelo en un cofre el anillo de matrimonio con José Rosario, un gairero raizal que molía caña enel barrio La Quinina, de ese corregimiento, para preparar la panela.