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La atípica jornada electoral del pasado 30 de agosto que eligió alcalde en San Zenón, Magdalena, marcó un detalle particular al margen de quién resultó ganador, y de la tranquilidad en que se desarrolló el proceso: la derrota de la abstención electoral, enemiga de siempre de las democracias.

Al hacer un balance de todo lo que fue el proceso de elección, la Registraduría confirmó que el 76.64 por ciento de la población apta para votar llegó a las urnas y cumplió con el deber de sufragar.

Este porcentaje fue considerado como sin precedentes en la Región Caribe, e incluso en el resto del país, donde las cifras de votantes son altas en materia de abstencionismo electoral.

En San Zenón estaban habilitadas para votar 8.405 personas, que eligieron ganador con 3.192 sufragios a Genor Bolaño, del Partido Conservador.

Venció a Jesús Méndez, del Centro Democrático, que obtuvo 3.181. La diferencia fue de 11 votos.

Esta elección se dio en estas circunstancias ya que el Consejo Nacional Electoral suspendió los comicios del 27 de octubre de 2019 en ese municipio del sur del Magdalena, luego de enfrentamientos entre electores que destruyeron 14 urnas y parte del material electoral.

La participación en las urnas del 76.64 por ciento del potencial electoral de San Zenón tiene además un valor agregado, pues las elecciones se realizaron en plena pandemia por el coronavirus, lo que había creado incertidumbre sobre aumento de la abstención.

Para garantizar la salud de los electores por el riesgo que representa el Covid-19, fueron dispuestas más mesas de votación y 240 agentes de diferentes especialidades de la Policía vigilaron los 11 puestos electorales bajo las más rigurosas medidas de bioseguridad.

También se dieron cita para garantizar la elección 470 personas, entre funcionarios de la Gobernación del Magdalena, la Registraduría, la Fuerza Pública y la Defensoría del Pueblo, que actuaron bajo un mando unificado.

En esta jornada el Gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, y la secretaría del Interior, pusieron a disposición de ese ejercicio democrático recursos del orden de $163.151.954, que se invertieron en transporte, alimentación, alojamiento, alquiler de equipos de oficina, y elementos de protección como tapabocas, alcohol, gel, jabón, overoles, caretas y atomizadores.