El aguacero que cayó sobre Santa Marta la noche del lunes y que se prolongó por cerca de dos horas dejó a la ciudad en emergencia y a la playa de Taganga convertida en un gigantesco basurero. La torrencial lluvia estuvo acompañada de tormenta eléctrica que generó pánico.
La Alcaldía Distrital, a través de la Oficina para la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático, Ogricc, reportó 2.502 viviendas afectadas en 79 barrios. De este total 54 casas sufrieron afectaciones severas en su infraestructura y 107 daños moderados.
El director de la Ogricc, Jorge Lizarazo, explicó que 'durante la emergencia se materializaron escenarios de riesgos como deslizamientos en los cerros norte y nororientales, encharcamientos e inundaciones en el 42,51 por ciento del área construida de la ciudad, en su perímetro urbano'.
La emergencia
El funcionario explicó que de acuerdo con la escala planteada en la Estrategia Municipal de Respuesta a Emergencia (EMRE), 'Santa Marta experimentó una emergencia de nivel 3' y de acuerdo con el reporte entregado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) se constató que durante la lluvia cayeron aproximadamente 65 milímetros de agua, lo que ocasionó la reducción del 56 por ciento de la movilidad en toda la ciudad.
Entre los barrios mayormente afectados están Pescaíto, Bastidas, Chimila, Ondas del Caribe, Oasis, en el norte; y María Eugenia, El Pando, Colinas del Pando, Las Américas y San Pablo. El Centro Comercial Buenavista resultó inundado.
Respuesta distrital.
En cuanto a las acciones de respuesta la entidad informó que se activó el protocolo establecido en el marco del plan de contingencia para este tipo de incidentes, y se generó una articulación inmediata con las entidades prestadoras de servicio de emergencia, servicios públicos y la red de voluntariado Cobasa.
De manera alterna un equipo de expertos de la Ogricc y el Banco de Maquinaria Amarilla (Bamam) realizan acciones para la mitigación y reducción del riesgo en algunas de las zonas más afectadas, con inspecciones técnicas e intervenciones mecánicas para el retiro de sedimento que obstruye las vías y genera taponamientos en box culvert y colectores pluviales.
El sedimento recolectado, según informó el director de la entidad, será dispuesto para el relleno y adecuación de carreteables, o vías rurales utilizadas para el tránsito regular de vehículos.
Taganga
La bahía de Taganga amaneció convertida en un basurero.
Una decena de voluntarios de varias fundaciones locales se sumaron a los trabajos de recolección de desechos, en su mayoría plástico, arrastrados por la corriente hasta esa zona turística de Santa Marta.
Los jóvenes decidieron armar con los restos de plástico y demás desechos un monumento a la desidia con el medio ambiente.
'Necesitamos que las autoridades hagan presencia, hay cuatro jóvenes de la empresa Interaseo trabajando cuando realmente se necesitan unas 50 personas para hacer algo por esta playa', relató Freddy Daniels, de la Fundación Funco.
Señaló que con la lluvia se sintió impotente al ver la cantidad de basuras que el mar expulsaba y que provenía de los barrios de la zona norte de Santa Marta