Un niño de cinco años, miembro de la comunidad indígena Arhuaco, perdió la vida luego de recibir un disparo de escopeta, en hechos que son investigados por las autoridades judiciales.
Su hermano, de 11, resultó gravemente herido y fue evacuado en un helicóptero de la Policía Metropolitana desde las estribaciones de la Sierra Nevada hasta el casco urbano de Santa Marta.
El lamentable incidente ocurrió a las 7:00 p.m. del lunes en el asentamiento indígena Sekuanamake.
Una familiar de los menores explicó que la escopeta se activó de manera accidental, luego de que un animal la tropezó.
Sekuanamake está ubicada a por lo menos cuatro horas de camino desde la Troncal del Caribe hacia el sector de Perico Aguao, en la montaña.
Fue por eso que se solicitó el apoyo aéreo de la Policía, quienes trasladaron al menor herido en la mañana del martes hasta la base de Antinarcóticos. Allí un grupo de paramédicos lo evacuó a la sala de urgencias de la clínica del Prado, en donde permanece bajo el cuidado de los especialistas.
El menor fallecido fue sepultado en la Sierra Nevada, bajo las creencias de la etnia. Las autoridades indígenas no se han pronunciado de manera oficial por el incidente que tiene enlutado a la población.