Enclavado entre las verdes montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, un grupo de soldados del Batallón de Alta Montaña del Ejército Nacional pasará la Navidad lejos de sus familias y de sus seres queridos.
Para esta fecha especial, en el que casi todas las personas viajan para darle un abrazo a papá o recibir un beso de mamá, más de un centenar de soldados serán los encargados de custodiar la seguridad de las etnias indígenas que habitan en el macizo montañoso.
Una mezcla de sentimientos invade a los militares que día y noche recorren cada una de las trochas, senderos y bosques de la región, considerada uno de los pulmones de Colombia.
El soldado Keyner Piña Buelvas, de 22 años, natural de Fundación (Magdalena), aseguró que es extraño pasar la Navidad y las fiestas de fin de año lejos de casa, pero está tranquilo porque con su trabajo le garantiza la seguridad y el bienestar a muchos campesinos y pobladores de la Sierra.
'Esta es mi primera Navidad en Ciudad Perdida, es un poco triste por todo lo que ha pasado el país con el tema del Covid-19, pero también siento felicidad porque uno está brindando seguridad al país y a las personas que uno quiere', dijo el dragoneante, quien labora en Ciudad Perdida, uno de los tesoros arqueológicos más importantes de Colombia.