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La restauración de las esculturas en homenaje a la etnia Tayrona, ubicadas en el camellón de la bahía de Santa Marta desde el año 1993, tiene enfrentados a los hijos de quien las elaboró, el maestro Héctor Lombana Piñeres, oriundo de Riofrío, Magdalena y fallecido en octubre del año 2008.

Quizás el autor de la India Catalina, Los Pegasos y del monumento a los Zapatos Viejos, en Cartagena, entre otros, nunca imaginó que su obra más importante en la capital del Magdalena generara discordia entre sus hijos Héctor y Rossana.

El primero sostiene que su hermana no es la idónea para la restauración de las esculturas y ésta, a su vez, asevera que el arte es inherente a su vida y que tiene la capacidad para ejecutar el trabajo.

Esta restauración está enmarcada en el proyecto de recuperación del Camellón de la Bahía de Santa Marta, a cargo de la firma 'A Construir S.A.', el cual contempla, no solo intervenir las esculturas en alusión, sino el monumento al fundador de la ciudad, Rodrigo de Bastidas.

Lo que dice Héctor

Hector Lombana López manifestó que con su fundación siempre ha estado dispuesto a trabajar en la restauración de las esculturas de su padre en el Camellón de Santa Marta, y anotó que, desde hace 3 años, 'hemos estado pendiente de las obras para que no se sigan deteriorando'.

Aunque asegura que la firma que desarrolla el proyecto le pidió la propuesta, habiendo presentado las condiciones para hacer el mejor trabajo posible, fue su 'medio hermana', Rossana Lombana Ochoa, la escogida.

La elección nos dejó asustados pues ella (Rossana) no tiene las capacidades para restaurarlas, por eso tememos por las esculturas', precisó.

Acto seguido pronosticó: 'Van a quedar mal, por no decir destruidas'.

'Nuestra misión es mantener el legado de mi padre y luchar por la cultura y el patrimonio que dejó, que es muy extenso', puntualizó.

Rossana responde

Refutando lo dicho por su familiar, Rossana Lombana, hizo saber que tiene una relación con el arte desde cuando era muy pequeña, al lado de su padre, y recordó que en Barranquilla creció en el taller, 'donde todo lo revoloteaba'

'He tenido el privilegio, a la vieja usanza, de tener grandes maestros en casa, como lo fueron mi papá y mi tío Marcel Lombana', señaló.

Indicó que en la academia de su tío estudió en el año 1989 diferentes técnicas de fundición (concreto acrílico y resinas).

Con su padre trabajó Panamá y estuvo cercana en la elaboración de los 25 monumentos que hizo en Colombia.

'Lo ayudé a moldelar, les hice registros visuales grabando los procesos de todos ellos, por eso me siento agradecida con la vida porque ya estamos logrando el propósito de poner la obra de mi padre en orden', comentó.

Aclaró que fue llamada por la firma que ejecuta los trabajos en el Camellón de Santa Marta pero que aún no ha firmado contrato.

Rossana Lombana dijo que en tiempo record (12 días) con su hijo Héctor Augusto Mora y su equipo de trabajo, restauró el monumento 'Serranía del Carare Opón', que su padre elaboró en Cimitarra, Santander, obra que 'estaba en ruinas'.