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El temor por el colapso de la vía Ciénaga - Barranquilla entre el kilómetro 18 y 19 crece con paso de los días y aunque ya hay recursos nacionales para los trabajos de protección de la orilla erosionada, se requiere que su desembolso no se demoren en la tramitología.

Justamente para que las obras comiencen mucho antes de lo previsto, es necesario que la Gobernación del Magdalena declare la calamidad pública.

Es tanta la urgencia que, según Fabián Saumeth Pacheco, director de obras de la concesión Ruta del Sol II, los trabajos 'no esperan más de un mes'.

La sedimentación y la fuerza como el mar golpea con fuerza casi que sobre la carretera, preocupa a los diferentes actores con injerencia en ella.

Uno de ellos, la Cámara Colombiana de Infraestructura, CCI, que a través de su director ejecutivo Héctor Mauricio Carbonell Gómez, ha insistido ante el alto gobierno para que atienda la urgencia con prontitud.

'He conversado con el Invias sobre este tema y me ha confirmado que tienen los recursos y buscarán la manera de aportarlos', dijo el dirigente.

Añadió que 'con esa inversión se podrá mitigar la urgencia que se tiene para el trabajo que hay que hacer'.

'Va a ser una solución parcial, pero la defintiva para que la ruta no tenga algún colapso o que haya algún tipo de siniestralidad, es la construcción de los viaductos, un proyecto que es prioridad para la región', precisó.

Carbonell Gómez reconoce que 'el gobierno nacional, a través del Invias, 'ha venido trabajando muy juicioso y nosotros les hemos venido haciendo seguimiento al mismo'.