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El Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental –Dadsa-, lideró la recuperación del cauce original de la desembocadura del río Manzanares, atendiendo así un llamado de la comunidad que habita entre los sectores de Los Cocos y La Tenería.

La tarea se cumplió en articulación con la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta –Essmar- y la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible del Distrito –Edus-, la cual brindó apoyo técnico por medio de una retroexcavadora, que desbloqueó la desembocadura.

Seguidamente, con la misma arena, rellenaron la obertura que se encontraba en la margen derecha del río y que afectaba la zona de playa.  

'Se trata de una acción para la preservación de la fauna y la flora de ese ecosistema, las cuales sobreviven por medio de condición especial de oxigenación que genera el intercambio de agua dulce y salada', destacó la directora del Dadsa Carmen Patricia Caicedo.

Además, se rehabilitaron cerca de 150 metros de playa que habían sido afectados por el cambio de curso que sufrió el afluente. 

La gestión fue ponderada por los habitantes y moradores del sector, entre ellos, Mauricio Arrieta y la administradora del último complejo de propiedades horizontales cercano al río, el edificio Bahía Linda, María Inés Londoño.  

'El río había torcido su curso hacia el frente del edificio, afectando así la zona de playa y dificultando la salida en lancha de los pescadores. La idea era recuperar la zona de playa, la cual debe ser el balneario emblemático de la ciudad, contiguo al desarrollo del Camellón de la Bahía de Santa Marta, comentaron.  

La operación fue supervisada por biólogos del Dadsa, quienes velaron por la protección y preservación de ese importante entorno natural de la capital del Magdalena.