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Por un error en la clínica donde falleció, la familia Acosta Melo estuvo a punto de sepultar un cadáver que no era el de su ser querido. El caso, que causó asombro e indignación, ocurrió en Santa Marta la noche del lunes.

Jairo Acosta, un electricista en refrigeración, de 59 años, falleció a causa de una embolia, luego que el sábado anterior ingresara a la emergencia del centro asistencial tras sufrir una caída que le hinchó un pie y un brazo. Luego le detectaron que tenía azúcar alta lo mismo que la presión arterial.

Juleidis Acosta, su hija, relató que el domingo tuvo una leve mejoría, pero el lunes, como a las dos de la tarde, 'estaba silencioso... como ido'.

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'Nos dijeron que era una posible embolia y que había que internarlo en Uci. Allí lo intubaron', comentó.

Sin embargo, el lunes, a las 7 de la noche, Jairo dejó de existir. Tres horas después le entregaron el cadáver a los familiares.

'Nos dijeron que por protocolos no podíamos ver el cuerpo y estando en la funeraria nos manifestaron que volviéramos el martes, a las 6:45 am', relató Juleidis.