En su casa del barrio Las Américas, al sur de Santa Marta, Francia Helena Hernández Acendra, de 75 años, apenas se recupera del impacto emocional que le causó enterarse que estaba muerta y que por esa razón, su anhelo de vacunarse contra la covid-19, no se iba a materializar.
La noticia de su deceso, suministrada el lunes en la tarde por un funcionario de la Nueva EPS, - a cuya sede había llegado para aplicarse la primera dosis - la mantuvo en shock, hasta cuando el martes, el Delegado de la Registraduría en el Magdalena, Ricardo Montoya, le dio la grata noticia de que enmendarán el 'involuntario error'.
A esta aseveración le antecedió una protocolaria excusa y una explicación de lo sucedido.
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La adulta mayor había calificado lo ocurrido como 'un show' y dijo con asombro: 'Jamás pensé que iba a ser testigo de mi propia muerte'.
Manifestó que lo que no logró conseguir el en julio del año pasado una fuerte gripa - que muchos pensaron que era coronavirus pero que no fue así - 'lo hizo la Registraduría'.
En medio de su enojo pero también poniéndole el lado agradable al problema, Francia Helena recibe las visitas de sus vecinos y amigos y atiende las llamadas por celular de quienes con jocosidad preguntan por 'la difunta'.
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'Solo espero que pronto la Registraduría me reviva porque quiero correr a vacunarme', anotó.
Al filo de las 5 de la tarde del martes el coordinador del Centro de Información y Atención Ciudadana de la entidad estatal, Rafael Rozo Bonilla, expidió una certificación en la que activa la cédula con vigencia hasta el 29 de abril, mientras se surte el proceso definitivo de legalidad.
Error en un dígito
Mónica Melo, la hija de Francia Helena, dijo que el martes, al medio día el alma les llegó al cuerpo a todos en la familia, pues el mismo registrador les anunció que en próximas horas activarían la cédula, y que con el documento corregido que le expidan, podrá presentarlo ante la EPS a la que está afiliada para que la vacunen.
Agradecida con los medios de comunicación por el apoyo que le brindaron, Mónica (la hija) comentó que el problema surge por un error de digitación en la Notaría Primera, la que hizo llegar a la Registraduría y a finales de febrero, el certificado de defunción de la persona identificada con la cédula 36.529.467 perteneciente a Francia Helena Hernández Acendra.
Este número presentó error en el último número, al variar el 8 (que era el original) por 7 (que era el de Francia Helena).
Por eso al darse de baja la cédula que envió la notaría, resultó afectada Francia Helena, quien está 'vivita y coleando'.
La registraduría anunció que en tiempo récord reactivaría la cedula de Francia como en efecto lo hizo a las 5 de la tarde.
'Ahora estamos listos para llevarla para que la vacunen', dijo Mónica Melo.
