Compartir:

Hombres armados intimidaron al agricultor Manuel De Jesús Berrio Mendoza, representante de la Asociación de Campesinos del Magdalena Ríos de Agua Viva, al igual que a su hijo en el interior del predio donde tienen sus cultivos en el área rural del municipio de Ciénaga, los cuales quemaron la casa de la finca y dispararon al aire mientras se retiraban.

El hecho ocurrió el viernes 16 de julio pasadas las 2:00 de la tarde, en la finca de razón social El Santuario, ubicada en la vereda La Unión, en jurisdicción del corregimiento cienaguero de Sevillano, terreno que pertenece a la mencionada asociación de agricultores y ganaderos.

De acuerdo con Berrio Mendoza, los hombres llegaron caminando cuando él y su hijo descansaban en la casa.

'En el momento no distinguí quienes eran y me quedé acostado en la hamaca, pero cuando mi hijo los reconoció y me alertó enseguida nos levantamos y salimos de la casa, pero ya tenían las armas en la mano. Me quedé a unos 200 metros y ellos se metieron en la casa; comenzaron a revisar todo y de repente nos dimos cuenta que estaba ardiendo adentro', relató Berrio.

El representante de la asociación de campesinos reveló que los agresores se fueron dejando la casa en llamas con todas sus pertenencias adentro, sus documentos y la ropa que llevaron para cambiarse después de trabajar, además se les llevaron una bicicleta mientras hacían tres tiros al aire.

Sin poder hacer algo para evitar que el fuego consumiera la propiedad, elaborada con tablas grandes, Berrio Mendoza y su hijo fueron a buscar a sus compañeros, quienes estaban en otras parcelas del predio, así como buscar el teléfono que había dejado cargando.

El cruel y triste final de ‘Julieta’, la manatí protegida

'Cuando llegué hasta donde estaba el celular llamé a la Unidad de Protección y me dijeron que iban a comunicarse con alguien de la Alcaldía de Ciénaga, pero hasta el momento no han hecho nada', agregó el preocupado agricultor que teme por su vida, al igual que por la de sus compañeros, pues no es la primera vez que son intimidados y afectados por estas personas, que supuestamente pretenden adueñarse de la finca.

'Tenemos ya 17 años en estas tierras, las compramos en el año 2003 al italiano Jean Mateo Panceri, teniendo como constancia las escrituras y los certificados de la oficina de registro de Instrumentos Públicos de Ciénaga, pero en el 2016 aparecieron unas personas diciendo que eran los propietarios, sin presentar un sólo papel', manifestó el representante de esta asociación de campesinos.

Igualmente, dijo que en este momento están dentro del proceso en la Agencia Nacional de Tierras para la titulación individual de las parcelas, porque hasta ahora tienen solamente un título por las 401 hectáreas de la finca El Santuario. 

Hostigamientos y amenazas

Cansados de la presión que recibían, en junio del 2019 denunciaron ante la Fiscalía de Ciénaga estas acciones, tipificadas como desplazamiento en grado de tentativa, solicitando además la protección del Estado.

Así mismo, Berrio reveló que hombres armados llegaron el 21 de marzo del 2020 en una camioneta blanca a la finca El Santuario, intimidando a las personas que ahí se encontraban con granadas de mano, procediendo después a incendiar sus ranchos, donde tenían sus pertenencias, llevándose consigo insumos agrícolas y herramientas que habían obtenido a través de un proyecto de la Bolsa Mercantil de Colombia, que tenían almacenadas en una bodega.

No contento con esto, los desconocidos preguntaban insistentemente por Manuel Berrio, al que señalaban como objetivo militar de un grupo paramilitar al que presuntamente hacían parte, amenaza que fue repetida, esta vez en la casa que comparte con su familia en el oriente del casco urbano de Ciénaga.

Pero si esta situación ya de por si era bastante agobiante, desde mayo 2020 cambiaron la metodología de intimidación, pues sistemáticamente se meten armados en los predios y lastiman a machetazos las semovientes, siendo la última de estas agresiones a los animales la ocurrida a mediados de agosto de ese mismo año, cuando cortaron por machetes a 23 reses por sus patas.

'Con esta ya es la tercera demanda que hacemos por los hostigamientos y amenazas de las que hemos sido víctimas, porque los terratenientes no quieren que el pobre tenga nada, que las tierras sean para ellos y se las quitan a cualquier costo, pero hasta la fecha las autoridades no han hecho nada', aseveró Berrio.

Agregó que, 'Yo vivo de eso y en este momento estoy desplazado, pero tengo que arriesgarme para alimentar a mi familia'.

Berrio Mendoza aclaró que a pesar de haber puesto la última denuncia el mismo viernes en el Comando de la Policía de Ciénaga, las autoridades no le han brindado ninguna protección.