La variante entre Salamina y El Piñón, construida como solución temporal para facilitar la movilidad vehicular ante el proceso erosivo que tiene en riesgo la vía principal, está siendo deteriorada por el invierno.
El preocupante estado de la carretera, convertida en un lodazal debido a las recurrentes lluvias, exaspera a los pobladores de estos municipios ribereños quienes reclaman solución inmediata pues su economía está siendo duramente golpeada.
Uno de los voceros de la intranquilidad ciudadana es el personero de El Piñón, Carlos Andrés Pérez, quien precisó que 'se está viviendo una emergencia doble'.
'La primera, ocasionada por la socavación del río Magdalena donde puede existir riesgo de inundación y la segunda, la imposibilidad de transitar por la vía alterna', anota.