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El 22 de noviembre fue un día caótico al interior de la empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar). Hubo desmanes, vidrios rotos, quejas, inconformidades, una turba enfurecida, enfrentamientos y supuestos abusos por parte de miembros de la Policía Nacional tras la intervención de la Superservicios.

Luego una semana de la toma de posesión, la superservicios Natasha Avendaño dialogó con EL HERALDO y contó detalles de cómo ella y su equipo vivieron esa álgida jornada, las irregularidades que han encontrado y las deficiencias técnicas, operativas y financieras en las que se encuentra sumergida la empresa.