Un baldado de agua fría cayó este martes sobre los salamineros al enterarse que prácticamente no están garantizados por el Gobierno Nacional los dineros para la ejecución de las obras definitivas de solución al fenómeno erosivo en la vía que del municipio conduce a El Piñón.
Tras la reciente socialización de los estudios y diseños fase 3, resultantes del proceso de consultoría del Plan Maestro para solucionar el problema, los habitantes pensaron que pronto las angustias serían cosas del pasado, sin embargo, el martes, la desazón se apoderó nuevamente de ellos.