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Cuando pensó que por fin el soñado momento de aplicarse la vacuna contra la covid-19 le había llegado, la samaria Francia Helena Hernández Acendra, de 75 años, se llevó la sorpresa de su vida, pues según la Registraduría del Estado Civil, su cédula está inactiva porque hace casi un mes falleció.

'¿Que yo estoy muerta?... y no me están viendo aquí', le dijo enojada al funcionario de la Nueva EPS en Santa Marta, a cuyo cargo estaba la inoculación del biólogico.

Sin embargo una explicación al porqué de este hecho no le fue entregada a la adulta mayor y tampoco a su hija Mónica Melo, quien la acompañaba en el momento que le dieron la increíble noticia.

Según el documento de la Registraduría, Francia Helena murió el pasado 1 de marzo, es decir hace apenas 28 días.

'Esto tiene en shock a mi madre quien no ha parado de llorar', aseguró.

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Dice estar casi segura que lo que pasó fue que hubo un error humano en la Registraduría, aunque también achaca un poco de responsabilidad a la EPS a la que está afiliada.

Anunció que este martes se trasladará a la Registraduría para que le digan qué puede hacer y para que le muestren el certificado de defunción de su mamá.

La preocupación que le asiste a la hija es que no solo su madre se ha quedado sin la vacuna, sino que tampoco tiene salud y se le embolata el cobro de su mesada como pensionada sustituta.

Hace 14 años Francia Helena Hernández quedó pensionada tras la muerte de su esposo Cesar Julio Melo De la Rosa, un ex empleado de Empomarta.

'Esto es innaudito', dijo Mónica, quien manifestó que lo que le incomodó también fue que un policía le hiciera preguntas a su madre como si estuviere pensando que estaba cometiendo algun delito.

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