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La dura situación que afrontan los habitantes del pueblo palafítico Trojas de Cataca es el reflejo de la agonía del complejo lagunar de la Ciénaga Grande de Santa Marta, por efectos de la sedimentación de sus caños y ríos, el cierre de la boca de la barra, punto de unión entre la laguna y el mar, y la intervención de particulares en su terrenos.

Según los pescadores que derivan el sustento de las especies que sacan de este cuerpo de agua, la Ciénaga Grande está muriendo, sin que hasta la fecha ni el estado ni los entes encargados de su preservación hayan hecho algo para contrarrestar esta alarmante problemática.

Uno de ellos, Antonio Guerrero, relató que antes de la masacre registrada en el año 2000 vivían 300 familias que quedaron reducidas a 35 por efectos del desplazamiento. Lo alarmante es que debido a esta emergencia ambiental que los mantiene sin agua potable y de medios para subsistir, muchas de estas familias están al borde de salir de su territorio.

Para esta comunidad, además del largo y duro verano producido por el Fenómeno del Niño, la sedimentación de la boca de la barra y de los canales de la laguna, al igual que el bloqueo de los ríos subsidiarios del espejo de agua por parte de los productores de palma, son las principales causas del deterioro del que es víctima la ciénaga, pues impiden que el agua agua fresca y la oxigene.

'El color del agua es cada vez más oscuro y tiene mal olor, desafortunadamente no tenemos otra fuente del preciado líquido para abastecernos', comentó otro pescador de Trojas de Cataca, quien afirmó que la falta de oxígeno en la laguna acabó la pesca, a tal punto que hoy en día comen lo que pueden y lo que hay, ya que las pocas especies que logran sacar de las moribundas aguas son macaquito y mojarra pequeña.

Para Jorge Pérez Fernández, personero de Puebloviejo, esta problemática ha sido denunciada en varias ocasiones pero a la fecha no han encontrado eco por parte del Gobierno Nacional y Corpamag. 'Con la autoridad ambiental hemos visitado en varias ocasiones las talanqueras instaladas por los finqueros en los ríos, sobre todo el río Aracataca, las cuales son desmontadas en la mañana y vueltas a poner en la tarde', aseguró.

De acuerdo con lo expresado por Wilfrido Ayala Moreno, alcalde de Puebloviejo, el estado de las Trojas de Cataca es muy preocupante, por lo que consideró necesario emprender una cruzada nacional para salvar el complejo lagunar.

'Más allá de las 35 familias damnificadas, mi preocupación abarca también a las 15.000 familias que habitan en la parte norte de la laguna en jurisdicción de Puebloviejo, quienes se sostienen en su mayoría con la pesca. Y lo grave es que no tienen que comer', manifestó Ayala.

Cuatro capturados

A propósito, cuatro trabajadores de la Finca El Jayo que desviaban el cauce del río Tucurinca con maquinaria pesada fueron detenidos por personal de la Policía Metropolitana en el área rural de Puebloviejo.

La acción se llevó a cabo en el predio ubicado en el corregimiento de Palos Prieto, hasta donde arribaron los uniformados en compañía de funcionarios de la Alcaldía de Puebloviejo, Corpamag y Personería.

Fueron identificados como Rafael de Jesús Cárdenas Landeta, Luis Mariano Lara de la Rosa, Julio Cinesto Pérez Agámez y Carlos Julio Ávila Varela, sorprendidos en flagrancia taponando el cauce del río.

Según el reporte que entregó la coronel Sandra Vallejos, comandante de la Policía, durante el procedimiento les incautaron dos motobombas, 15 metros de mangueras, tres palas, una pica, y la inmovilización de una retroexcavadora.

'Con estas capturas se logra un importante resultado, ya que estos sujetos afectaban en gran manera los recursos naturales, la fauna acuática y a la población civil, ya que no les llegaba suficiente agua para abastecerse y suplir sus necesidades básicas', detalló la oficial en conferencia de prensa.