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El enojo de los habitantes de Plato por la golpiza que el abogado Cristian Cotes Mejía propinó a su mujer, hizo que la legalización de captura se cumpliera en Nueva Granada, un municipio vecino de la ribereña localidad en donde se produjo el hecho. Mientras el agresor era enviado a la cárcel, su mujer, Verónica Paola Montes de Arcos, fue valorada por Medicina Legal y esta le dio un mes de incapacidad. Además, le ordenaron atención sicológica porque se encuentra en alto grado de depresión.

'Hasta nos comenta que se quiere ir de aquí, incluso, fuera del país', dijo su hermana Marta. 'Esto no ha sido fácil, es un dolor no solo personal, ni familiar, hemos sentido que es un dolor generalizado en toda la sociedad', anotó.

Las voces de repudio por este caso de violencia intrafamiliar no se han hecho esperar en todos los rincones del departamento y muy especialmente en la ribereña población. Carmen Jaraba Conde, habitantes de Plato, expresó que 'ya es hora que la justicia actúe y no permita que personas como este señor anden caminando libremente las calles'. Norma Vera presidenta de la Red de Mujeres del Magdalena rechazó el hecho y pidió que todo el peso de la ley recaiga sobre el agresor.

'Es un feminicidio en grado de tentativa, es decir, que es más que un simple hecho de violencia de género', anotó.

En Plato hubo una marcha para rechazar este caso y otros de violencia intrafamiliar contra las mujeres de la población.