La temporada de lluvias llegó a Barranquilla y mientras el sonido que produce el choque de las gotas de lluvia contra el techo o las ventanas a muchos les produce calma a otros les inquieta, especialmente cuando se forman tempestades con truenos y relámpagos.
Así como los humanos, nuestras mascotas también reaccionan ante este fenómeno natural y la brontofobia —miedo a las tempestades—, más de lo que pensamos.
Según un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania, publicado en la revista científica Applied Animal Behaviour Science, entre el 15% y el 30% de los perros tienen miedo a las tormentas y reaccionan con episodios de estrés.
Los temblores, echar las orejas hacia atrás, esconder el rabo entre las piernas y ocultarse buscando refugio en algún lugar recóndito de la vivienda pueden ser algunas de las manifestaciones de pánico en los canes. Si presenciamos algunos de estos comportamientos durante una tempestad, expertos indican que se debe evitar intentar calmarlo con caricias, porque se le crea más inseguridad y se le reafirma en su actitud temerosa. Por otro lado, tampoco se le debe castigar cuando tenga uno de estos episodios. Veterinarios recomiendan procurar mostrarse indiferente frente a la situación. A su vez, es de vital importancia permanecer junto a ellos durante la tormenta, pues esto es importante para su seguridad.
En una publicación de National Geographic, Kelly Ballyntyne, profesora clínica adjunta de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Illinois, recomienda prestar especial atención al comportamiento del animal para detectar dónde este se siente más seguro. Seguidamente, se debe adaptar la zona para que sea más cómoda añadiendo máquinas de ruido blanco —algunos electrodomésticos en marcha como la lavadora o el secador de pelo, al igual que un ventilador o la televisión cuando no está bien sintonizada— para aplacar el ruido de los truenos. También se le puede ubicar allí su cama y ponerle sus juguetes favoritos, pues mordiéndolos puede liberar estrés.
Otros expertos recomiendan poner música suave y relajante que también ayude a apaciguar el fuerte ruido que produce la tempestad.