Su perra Matilda vomitaba todas las mañanas y Juan David Mejía no sabía qué estaba pasando. A la semana de presentar esta condición acudió al veterinario y este le diagnosticó que estaba presentando gastritis, un síntoma de que en su sistema digestivo algo no estaba bien.
Después de varios exámenes se determinó que la causa de la inflamación de la mucosa de Matilda era la mezcla que Juan David le hacía de concentrado 'con un poquito de salsa de carne o de pollo' todos los días.
Para el médico veterinario y zootecnista Oskar Ahumada, esta es una de las principales causas de la gastritis en nuestras mascotas, ya sea perro o gato.
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Síntomas
El vómito es el principal síntoma asociado para identificar que nuestros perros y gatos sufren de gastritis. Otros, informa el profesional, son la inapetencia o falta de apetito, procesos de decaimiento en su estado de ánimo, dolor y reflujo. Ese mismo reflujo, agrega, les genera acidez a nivel del esófago, la garganta y la tráquea, incluso pueden llegar a tener tos seca.
'Esto se puede identificar cuando la mascota empieza a vomitar todos los días varias veces al día, botan una baba amarilla, mocosa, con espuma. Por lo general lo hacen en las horas de la mañana después de pasar el ayuno de la noche. Cuando están mucho más graves comienzan a vomitar al mediodía, en la tarde o en cualquier momento'.
Reitera Ahumada que una gastritis nos indica que nuestra mascota tiene una inflamación de la mucosa. 'Como propietarios cuando nos damos cuenta que está vomitando líquido de color amarillo debemos llevarlo al veterinario inmediatamente a consulta, para que el profesional inicie el tratamiento. La producción de los ácidos gástricos que se devuelven produce el vómito de color amarillo, junto con el proceso de la bilis'.
La pérdida de peso, la deshidratación, la debilidad, presentar diarrea o que sus heces sean de color negruzco son otras señales de que 'su mejor amigo' puede estar presentando gastritis.
Según la página especializada Affinity-Petcare, la gastritis aguda también puede ser causada por parásitos digestivos, bacterias o virus estomacales. También puede deberse a algún problema de otro órgano del cuerpo (como el hígado o el riñón), que esté causando una inflamación secundaria del estómago.
En esto coincide el veterinario Ahumada al señalar que la gastritis no es una patología, es un síntoma que casi siempre viene de forma secundaria. 'Puede ser por un proceso congénito, mala alimentación, una alergia u otras patologías'.
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