Todos amamos a nuestras mascotas. Por ejemplo, si tienes un perro, seguramente te interese cuidar su pelaje, su alimentación y su felicidad. Sin embargo, no siempre tenemos en cuenta algunos problemas inesperados, como ocurre con el embarazo psicológico en los perros.
Se trata de un problema común en las perras después de la pubertad. Los cuidadores no deben de asustarse si observan que la mascota actúa de forma extraña. Tener claros los síntomas de esta enfermedad mental será fundamental para reaccionar de la mejor forma posible. La perra con embarazo psicológico se comportará de forma temporal como si realmente estuviera embarazada. Por ende, estará mucho más cariñosa, e incluso es posible que prepare un nido en el que permanecerá por muchas horas.
Según el veterinario Pablo Gabriel Franco, el embarazo psicológico es un proceso biológico que se da en la hembra canina, generalmente entre tres y doce semanas después del celo. Es un proceso habitual y recurrente, ya que en las perras no existe la menopausia, como sí les ocurre a las mujeres.
'Así, sin necesidad tener relaciones sexuales, el signo más evidente es que la mascota experimenta un aumento del vientre. En algunos casos, también aparece la leche en las mamas. Todo este proceso dura hasta el próximo celo, generalmente durante varias semanas'.
¿Cuáles son los posibles riesgos?. De acuerdo con Franco el principal riesgo que puede derivarse de esta situación es que se puede generar un ligero grado de inmunosupresión. 'Como la hembra se prepara para recibir un material genético ‘extraño’ proveniente del macho y que no obtiene, pasa a estar más propensa a recibir bacterias y padecer infecciones, como vaginitis, cistitis o endometritis'.