Cada 22 de marzo, desde 1993, se conmemora el Día Mundial del Agua, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de su cuidado y de evitar su desperdicio.
70% de la superficie terrestre está cubierta por agua. Pero en realidad, esta es poca si se compara con el tamaño del mundo, ya que sólo lo recubre como una delgada película protectora.
No obstante, esta escasa cantidad ha hecho posible la vida en la Tierra, así como el desarrollo de las actividades económicas y sociales. Desde hace unas décadas, la escasez del agua se convirtió en una de las problemáticas ambientales más graves que, en la actualidad, afecta a cuatro de cada 10 personas en el mundo.
De acuerdo con el Fondo para la Comunicación y Educación Ambiental, la disponibilidad de agua promedio anual en el mundo es de aproximadamente mil 386 millones de kilómetros cúbicos. De los cuales, 97.5% es agua salada y sólo 35 millones de kilómetros cúbicos son agua dulce y de estos casi 70% se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo por lo que no se puede utilizar.
Sólo 1% del agua del planeta es apta para consumo humano, por lo que la situación del agua a nivel global nos lleva a enfrentar diversos problemas como el acceso universal y distribución de este recurso. En Latinoamérica y el Caribe se posee alrededor de una tercera fuente de agua potable en el mundo. Sin embargo, podría ser una de las regiones más afectadas.