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Por ser un insecto rico en proteínas y nutrientes, fácil de manipular y que se reproduce rápidamente, la mosca empieza a ser contemplada como una alternativa alimentaria de consumo humano.

La estrategia se plantea desde el Laboratorio de Química y Biología de la Universidad del Norte como una opción a futuro para hacerle frente a la problemática de seguridad alimentaria en el Atlántico y, a su vez, se proyecta para impactar todo el territorio colombiano.

Rafik Neme Garrido (profesor asistente del departamento de Química y Biología de la Uninorte), Anahí Barros (microbióloga y estudiante de la maestría en Ciencias Naturales), Cecilia Torres (nutricionista y estudiante de la maestría en Ciencias Naturales) y Rodrigo Sarmiento (biólogo experto en insectos) son las cuatro personas que integran el equipo de investigación que avanza en la caracterización de las especies de moscas.

El laboratorio de la institución académica es el recinto en el que los investigadores realizan sus estudios enfocados en la biodiversidad del Caribe colombiano.