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Son unas 'incomprendidas', así las califican los expertos. No tienen extremidades, tampoco oídos externos, algunas son enormes como la gran anaconda verde que alcanza nueve metros de longitud y son capaces de alimentarse de grandes caimanes en el Amazonas. Otras son mucho más pequeñas como las serpientes ciegas de apenas 20 centímetros, cuya dieta se basa en larvas de hormigas. 

Los roedores son su platillo favorito y el veneno es una característica únicamente de unas cuantas especies.  

Las serpientes han estado presentes en nuestra educación. Desde las visitas al zoológico que incluían la parada en sus exhibiciones, pasando por el símbolo de la medicina, la vara de esculapio, o —en los hogares católicos— en varios pasajes de la Biblia.

'Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón', le dijo Dios a la serpiente después de que Adán y Eva comieran del fruto prohibido, según el relato bíblico que aparece en el libro de Génesis, capítulo 3, versículos 14 y 15.

Ese podría ser un punto de partida para la 'estigmatización' de estos animales que, basándonos en la evidencia científica, tienen más de beneficiosos que de perjudiciales, debido a que son controladoras de plagas por lo cual su ausencia afectaría más de lo que alcanzamos a imaginar. 

'En India se empezaron a matar muchas cobras por el miedo que le tienen, las exterminaron casi todas en unos pueblos y resulta que se incrementó la población de ratas. Aproximadamente en un año los roedores acabaron con la cosecha, entonces empezaron a conseguir serpientes de otros lados para que llegaran a controlar'. Con ese ejemplo Óscar Medina, coordinador de cuidado animal del Zoológico de Barranquilla, intenta explicar la importancia de ellas en el ecosistema. 

Ellas tienen muchos depredadores y su importancia también va en que son alimento de muchos. 

Son casi tres mil especies de serpientes en todo el mundo y alrededor de 300 se encuentran en nuestro país, de esas solo 51 (17%) son venenosas. 

Juan Salvador Mendoza, biólogo del grupo de investigación en Biología y Química de la Universidad del Norte, cuenta que no todas son especies dañinas. 

Hay culebras que su dieta es alimentarse de las serpientes venenosas y son capaces porque han adquirido una inmunidad a los venenos, entonces no tienen ninguna acción sobre ellas. 'Las que más se sacrifican son aquellas que se comen otras serpientes. Se desbalancean las relaciones naturales que hay', indica el biólogo. 

¿Venenosas o inofensivas? Ahí juega un papel importante el conocimiento que se tenga de ellas para saber cuáles significan un peligro. 'Sin embargo, del grupo de las venenosas se puede hablar algo interesante: los venenos en la actualidad se están utilizando para fármacos que han mostrado resultados prometedores en diferentes tratamientos a enfermedades', señala Mendoza.