Sus estilos musicales no podrían ser más distintos, pero eso no evitó que el rapero Kanye West y Paul McCartney coincidieran en el desfile de modas de la hija del ex Beatle en Londres.
El actor Woody Harrelson y la modelo Cara Delevingne también estuvieron en primera fila para ver la nueva colección de Stella McCartney. Pero la presencia de celebridades no fue necesaria para despertar atención en los diseños de la creadora de 43 años.
La línea en sí fue estelar.
Stella McCartney exploró las nuevas tendencias con sensualidad para la temporada otoño-invierno 2015.
Atrás quedaron muchas de las formas deportivas que ahora se asocian con su estética. En su lugar se vieron siluetas bien definidas, ya sea por medio del cinturón o del corsé. También incluyó formas voluminosas y cómodas en hermosos vestidos sueltos tejidos en tonos tierra, que caían con indiferencia de un brazo, como si las modelos estuvieran quitándose la ropa.
Después presentó una serie de modelos enormes de estilo yeti 'de piel libre de piel', que se contoneaban con estilo. McCartney evocó así a su fallecida madre, Linda McCartney, quien por años fue una activista por los animales. Las piezas estaban tan bien realizadas que incluso el editor de moda más agudo podría haberse confundido y no notar la diferencia entre la piel falsa y la real, de no ser porque sabía quién las diseñó.
McCartney combinó abrigos con pantalones acampanados de los 70, que junto con destellos eléctricos de paneles metálicos le dieron a la colección un toque muy disco.