Los asistentes a la pasarela de Ágatha Ruiz de la Prada vieron exactamente lo que esperaban de la diseñadora española: una explosión de colores vivos y un derroche de alegría.
La invitada internacional de Plataforma K trajo su ‘ropa feliz’ a Barranquilla en una colección no inédita, sino conformada por piezas de varias colecciones anteriores para dar un sentido nuevo a Verano 2015: una apuesta más acorde con el clima barranquillero, pues antes de enterarse de las altas temperaturas de la capital del Atlántico, había pensado traer una colección de invierno.
Verano 2015 fue entonces una pequeña muestra de la identidad de la diseñadora más allá del concepto que encierra una colección puntual, demostrando el común denominador que empapa todo su trabajo.
Rodeadas de música estridente y juguetona (cuya letra incluía el nombre de la diseñadora), las modelos reflejaron en sus rostros y su andar la alegría que busca transmitir De la Prada en sus prendas.
Conjuntos de prendas separadas en un mismo estampado y looks compuestos de una sola pieza demostraron que el tema del color y la felicidad no se limita, sino que se extiende a todo tipo de cortes y siluetas.
Sin embargo, predominaron los vestidos, entre los que hubo desde los más sencillos (de corte amplio, sin botones ni cremalleras) hasta los más elaborados en su construcción (con dobladillos abombados, apliques circulares de telas en contraste, lazos y cortes en forma de corazón).
Los estampados, protagonistas como siempre, fueron desde sus reconocidas figuras de corazones, flores y estrellas en diversos tamaños, hasta círculos (unos más discretos que otros), dibujos de lazos y lo que a lo lejos parecían bastones multicolores, pero que en realidad llevaban escrito en el centro el nombre de Ágatha Ruiz de la Prada.
Algunos podrían decir que no fue una colección 'coherente', pero este desfile en particular no se trataba de coherencia: se trataba de contagiar a los asistentes la alegría que la diseñadora sintió desde que pisó tierra bararnquillera.
Charla con estudiantes
Ayer en la mañana, Ágatha Ruiz de la Prada compartió con estudiantes de la Universidad Autónoma del Caribe. Allí les habló sobre el origen y la importancia del color en su vida, y que en su adolescencia deseó dedicarse a la pintura, pero cambió de opinión al descubrir algo que calificó de muy importante: 'la moda te hace feliz', sentenció. A modo de consejo, también sostuvo: 'Como diseñador tienes que tener un estilo propio (que venga de tu familia, tu educación, tu espíritu), suerte, comunicación (si haces una cosa bonita y no la ve nadie, no existe) y distribución'. Igualmente, les recomendó que no se obsesionen con el dinero. 'El 90% de las cosas que he hecho en mi vida las he hecho gratis o he perdido dinero. Y a lo mejor con lo que he ganado dinero es con la tontería mas grande del mundo'.