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Al momento de dar vida a una colección, Argemiro Sierra n

o toma como inspiración un tema, sino las sensaciones que quiere transmitir. Y para el cierre de Plataforma K, que el diseñador antioqueño tuvo a cargo, el público asistente pudo percibir femineidad, tranquilidad y sensualidad.

Esta mezcla, nada fácil de conseguir –según dijo el mismo Sierra–, la logró a través de los materiales, colores y cortes correctos, manteniendo su sello personal: 'la elegancia no tiene tiempo ni espacio. Si eres elegante, lo eres en todas tus ocasiones. Esa es una característica de la marca, de lo que hemos construido durante todos estos años', le contó a EL HERALDO luego de que la última modelo dejó la pasarela, la noche del viernes.

El desfile comenzó con prendas en blanco y negro, de aire sobrio y sofisticado, y un trabajo detallado de texturas que se vio a lo largo de toda la colección: bordados pequeños, encajes, lentejuelas, apliques, taches, sutiles transparencias, toques de brillo y flecos, algunos de ellos tan pequeños que asemejaban plumas.

Las siluetas sueltas y cinturas caídas recordaban por momentos el estilo flapper de los años 20, pero más como un brevísimo homenaje que como una añoranza.

Los estampados fueron bañando las piezas poco a poco, principalmente en rojo (líneas delgadas, círculos, ramas) y luego con varios colores en rayas horizontales hacia el final del desfile, largamente aplaudido por los presentes.