*Por Melissa Ochoa
El brasier, una de las prendas de vestir femeninas de mayor edad, nació hace un siglo y casi tres décadas. Pese a que en el 2007 Francia celebró sus cien años, fue creado en 1889 por Hermine Cadolle y fue patentado en 1914 con el nombre de Backless Brassiere (corsé sin espalda), por Caresse Crosby.
Su uso se ha popularizado a través de los años y ha enmarcado diferentes hechos históricos como la liberación del movimiento feminista, incursionando igualmente con gran éxito en el mundo de la moda.
Es usado como prenda íntima, erótica, interior, entre otras, y ha sido socialmente aceptado con el paso del tiempo.
Sin embargo hay algunos puntos a resaltar más allá de su uso estético especialmente cuando de tallas se trata, pues en el glorioso mercado de la lencería –en el que algunas prendas han alcanzado precios de hasta 2.000 millones de dólares– las ofertas siguen siendo escasas para algunos miembros de su público, tal es el caso de las niñas y las mujeres que representan ambos extremos: senos grandes y pequeños.
Según Melquicedeth Maestre, cirujano plástico especializado en cirugía estética y reconstructiva, 'la moda es la que se ha encargado de estandarizar las tallas, pues al momento de usar esta prenda femenina la ‘talla normal’ no existe, su variación depende de cada mujer y cada cuerpo'.
Para Melissa Lalinde, diseñadora de lencería y creadora de la marca Lalingerie, considera que las mujeres pueden llegar a sentirse mal por la estandarización de las tallas grandes, 'haciendo de la experiencia de compra al igual que ser mujer un rol difícilmente sencillo'.
La multifuncionalidad de la mujer actual es evidente al igual que su necesidad de sentirse cómoda, entonces ¿cómo conocer cuál es el brasier adecuado para cada una?
Algunos puntos básicos que nunca pasarán de moda y son recomendados por estos expertos son: el análisis de las tallas al momento de elegirlo, para esto se debe medir la medida tanto de la copa, que hace referencia a la medida del volumen del busto, y la espalda que es la medida de la base del contorno de los pechos.
En cuanto al mal uso algunos de los mayores errores que se cometen es el apretarlo demasiado y la manipulación de la mama, 'esto puede ocasionar problemas al sistema circulatorio y diversas dolencias por causa de los nervios intercostales', manifiesta el cirujano.
Afirma que a las niñas se les debe recomendar el uso en el sitio correcto, así mismo el uso y una correcta higiene 'puede prevenir urticarias y maltratos en la piel, cambiando esta prenda en mínimo de tres meses'.
Para la diseñadora Lalinde, las telas con mayor porcentaje algodón son las favoritas para su comodidad y seguridad especialmente en el caso de las niñas que lo usen por primera vez. Este suele ser un mercado bastante reducido, no obstante debe primar la comodidad.
Son muchas las experiencias que cada mujer ha vivido en torno a este particular objeto, para algunas chicas como Carolina, con senos ‘Plus-Size’ con talla 36 C, la idea de la maternidad enfocada al periodo de lactancia se constituye en todo un reto y un tema a considerar al momento de seleccionar este artículo.
Cuenta que actualmente no goza de la misma firmeza que la hacía 'sentir segura' y por eso ha dejado de usar algunas prendas específicas, y que ha llegado a sentirse 'excluida del mundo de la moda'.
Comenta también que llegó a ser víctima de matoneo cuando era niña por parte de otras chicas de su edad que la veían como una amenaza y que los niños solían verla 'como un trofeo'.
Para la psicóloga Haychelt Benito, un acompañamiento medico puede ayudar a sopesar la presión social respecto al tamaño. 'En chicas con una talla menor es fundamental el apoyo de sus padres para que pueda resaltar su propia aceptación como mujer, en cuanto a la chicas grandes es importante estar al tanto de su desarrollo que de llegar a somatizarse en problemas físicos podrían recurrir a alternativas como el ejercicio para reducir su talla o en todo caso una procedimiento quirúrgico de reducción o aumento mamario bajo criterio médico', puntualiza.