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No muchos curramberos tienen el lujo de visitar las semanas de la moda en Nueva York, Londres y Milán para agregarles a sus guardarropas creaciones de los más importantes diseñadores del mundo.

Para el barranquillero promedio la economía muchas veces apremia, no obstante, es posible encontrar prendas de vestir de bajo presupuesto que se adapten a su figura, pero también a su bolsillo.

Caminando por el Centro de la ciudad pueden encontrar opciones buenas, bonitas y baratas para estrenar ‘pinta’ por menos de 50.000 pesos.

Ropa atemporal, que no pasa de moda ni se desactualiza, en colores neutros y monocromáticos, fáciles de combinar con otras prendas. Esta es la vestimenta básica, aquella que saca a cualquiera de un apuro y sirve para crear looks casuales y modernos infaltables en el clóset.

En la calle 30 entre carreras 38 y 40 el almacén Óscar de la 30 es uno de los pulgueros preferidos por los que quieren comprar ropa barata.

Pedro Villegas, propietario del negocio, defiende el mercado de la ropa usada, pues asegura que escondida entre esas pacas que vende siempre hay alguna prenda que conquista hasta al mayor de los detractores de la indumentaria de segunda mano.

Bermudas de dril en colores camel, negro y gris para hombre combinadas con camisetas tipo polo de diversos colores son algunos de esos outfits básicos que pueden armarse en el almacén. Mientras que en el caso de las mujeres los shorts y faldas de jean, tan de moda en la temporada, pueden combinarse con camisetas de un solo tono.

'Hay que rebuscar y disponer de suficiente tiempo. He conseguido ropa que me ha salido buena. Siempre llevo tres o cuatro prendas y pago de 10.000 a 30.000 pesos, lo que en un centro comercial me costaría $200.000, y no tengo esa plata', expresó Rosa Molinares, mientras escudriñaba en una pila de ropa amontonada.

La ropa de segunda no es la única opción económica. A tan solo unas cuantas cuadras de allí, en otro almacén hay prendas nuevas desde 3.000 pesos, elaboradas por modistas de Polonuevo, Palmar de Varela y Campo de la Cruz, entre otros municipios del Atlántico.

Una camisa de tirillas blanca combinada con una falda hasta los tobillos en estampados blanco y negro puede lograr un estilo sencillo y bohemio. Lo sorprendente es que por solo 13.000 pesos podrá llevarse la pinta completa para lucir en cualquier plan dominguero y, lo mejor, es ropa para estrenar.

De un pequeño local que fácilmente podría pasar por una chaza se asoma Sandra Acevedo, propietaria de otro local en la misma calle 30, mientras organiza la ropa colgada en ganchos en el techo del almacén.

'La ropa no tiene precio definitivo, les damos a los clientes un valor promedio para llegar a un acuerdo con ellos. Les subimos un poco para que pidan rebaja', cuenta mientras dobla e inspecciona el recinto. Las prendas son confeccionadas en su propio taller. Sandra compra la materia prima, cose, supervisa, vende y así se sostiene, porque ella es 'su propia jefe'. 'La ropa no sobrepasa los $45.000, tenemos camisas desde 8.000 a 15.000, los conjuntos de gimnasio de blusa y licra a 20.000, las bermudas para hombre a 15.000. No siempre me va bien en este negocio, hay meses duros, pero ahí seguimos trabajando y dando la pelea', contó la microempresaria. Segundos después Sandra tomó aire y con su potente voz siguió invitando a pasar a los transeúntes con un: 'A la orden, mi amor, por mirar no te cobro'.

Prendas que debe tener