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En este comienzo de año las activistas le ponen el pecho a los nuevos desafíos que trae el 2021.

Saliendo de un 2020 en el que se vivieron hechos inimaginables que tocaron la fibra de la humanidad, el tema de mujer e igualdad reposó sobre la mesa.

De acuerdo con Carmen Mendivil, docente y activista, la pandemia ha develado que existe una 'gran brecha de empleabilidad' para las mujeres, por tanto hay trabas en el acceso a la formalidad.

'Un gran reto sería empezar a reconocer la importancia de las tareas de cuidado, reconocer el trabajo de atención a personas enfermas, adultos mayores, a niños y cuidados del hogar', dijo.

Lo ideal, contó Mendivil, es seguir insistiendo en proyectos de ley que cobijen los derechos de esta población para que el Estado colombiano 'pague' las tareas de cuidado.

Dentro del listado de objetivos por cumplir en este 2021 también se encuentra un reto permanente que es la protección a la vida, tanto física como emocional, de las mujeres.

La activista contó que lleva un profundo deseo dentro de su corazón que es encender el televisor o leer noticias y que no aparezca el caso de una niña violada, o una mujer asesinada en el mundo.

Las denuncias, más que un reto, las ve como un compromiso que no pueden pasar por alto las víctimas o mujeres en riesgo. Mendivil hace énfasis en lo necesario que es instruir a la comunidad sobre la ruta de atención en casos de emergencia o vulneración de los derechos.

Aunque, 'lastimosamente', un feminicidio es 'impredecible', no está de más aprender a identificar desde la más mínima violencia cuándo debe ponerse un alto para que no trascienda.

'Suena difícil, pero también se debe cambiar esa idea de relaciones amorosas bajo el sentido de la propiedad. Muchos feminicidios se dan bajo el pensamiento de si no eres mía no eres de nadie', explicó.