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Tejer un bolso en material reciclable significa dinero para sus hogares. Cortar más de 150 bolsas plásticas, enrollar fragmentos simétricos, luego tejer con delicadeza y sin prisa para que no se fracture la materia prima tiene su recompensa final: una mochila llena de esfuerzo y dedicación, lista para ir a una vitrina.

A una hora y media de Barranquilla, en la frontera entre Bolívar y el Atlántico, una vereda del municipio de Luruaco llamada Los Límites y compuesta por dos calles estrechas que albergan alrededor de 66 familias, ofrece a la comunidad local pocas oportunidades de sustento.

En medio de un área marginada económicamente, habitantes del lugar buscan trabajo en pueblos aledaños. Muchas de las mujeres que allí viven coinciden en que las labores domésticas en otros municipios son el único empleo disponible.