La violencia sigue acechando la tranquilidad de las mujeres en Colombia. Medir y cuantificar estos actos permitirá generar políticas públicas que ayuden a mitigar la violencia contra las mujeres procurando a su vez erradicar la cultura machista.
Partiendo de este punto, recientemente la Vicepresidencia de la República, a través de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, con el apoyo de ONU Mujeres y USAID, realizaron la tercera medición del Estudio de Tolerancia Social de Violencias contra Mujeres.
El estudio, cuya principal finalidad es identificar cambios en los patrones socioculturales que legitiman o justifican violencias contra las colombianas, se realizó de la mano de 3.526 personas. En el de tolerancia institucional, colaboraron 1.044 servidores competentes en la ruta de atención a mujeres víctimas de la violencia en Barranquilla, Bogotá, Buenaventura, Cartagena, Florencia, Medellín, Pasto, Popayán, San Andrés de Tumaco y Villavicencio, ciudades y municipios que también se habían cubierto en las mediciones anteriores, efectuadas en 2010 y 2015.
'Los resultados son alentadores, pues se muestra un avance importante en las regiones y se evidencia cómo los procesos de formación y sensibilización a la ciudanía y a las entidades del Estado están dando fruto. Cada vez la sociedad rechaza más la violencia contra las mujeres; es importante continuar fortaleciendo el trabajo con la comunidad y con los servidores públicos, ya que en menor medida aún persisten imaginarios que justifican la violencia', manifestó Gheidy Gallo, consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer.
Los resultados establecen que las tres entidades más reconocidas por la población para acudir en caso de agresión o algún tipo de violencia contra las mujeres son: la Policía (70,9% frente a 51% en 2015), la Fiscalía (37,3% frente a 31,1% en 2015) y las comisarías de familia (21,6% frente a 21% en 2015).
Así mismo, el documento sugiere la necesidad de fortalecer acciones educativas y de comunicación dirigidas a la población en general, y de formación dirigidas a los servidores públicos, pues se mantienen creencias que culpan a las víctimas de estas violencias. En la encuesta de tolerancia social, el 17% de los hombres y 13% de las mujeres creen que 'las mujeres que se visten de manera provocativa se exponen a que las violen'. No obstante, debe anotarse que este porcentaje ascendía al 37% en 2015, tanto en género masculino como femenino.
La Representante de ONU Mujeres Colombia, Bibiana Aído Almagro, aseguró que 'esta publicación nos ofrece una hoja de ruta donde se señalan elementos de oportunidad para que conjuntamente sumemos esfuerzos para garantizar que ninguna mujer o niña en ninguna región del país sufra violencia'.
Por su parte, la Subdirectora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en Colombia, Martha Aponte, señaló: 'Sabemos que se requiere de una transformación cultural en la erradicación de violencias contra las mujeres. Esto es una tarea compartida entre la sociedad y las instituciones encargadas de prevenir, atender y sancionar las violencias. Todos tenemos la responsabilidad de transformar las normas sociales y los valores culturales que discriminan a las mujeres'.
En el evento de lanzamiento, el pasado jueves,se resaltaron las acciones que desde el Gobierno Nacional se vienen adelantando en el marco de la Estrategia Integral Mujeres Libres de Violencias para prevenir este flagelo y promover acciones de transformación cultural. Colombia cuenta con un Mecanismo Articulador para el Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Sexo y Género, tanto en el ámbito nacional como territorial, como efecto de la expedición del Decreto 1710 en diciembre de 2020.
Se destacan, además, el fortalecimiento de las Comisarías de Familia, la elaboración y expedición de protocolos y lineamientos para la prevención y el abordaje integral de las violencias contra las mujeres, la prevención del riesgo de feminicidio, la realización de consejos de seguridad territoriales centrados en las violencias contra las mujeres y la Escuela Nacional de Desaprendizaje del Machismo.