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Proveniente de un hogar con valores, forjado bajo la educación y la unión, Emilse Jiménez, con metas claras para el futuro, pensaba que su profesión era ser bacterióloga, sin imaginarse que su destino era la docencia, por su gran vocación de servicio.

'Al principio, como joven lo que quería estudiar era bacteriología, pero no teníamos la capacidad económica para costear mi carrera. Por esa razón, mi padre me sugirió estudiar una profesión que estuviera al alcance de su bolsillo y luego cuando yo terminara, me costeara bacteriología', expreso Emilse.