Michelle Alejandra Barliza, una joven transgénero de 32 años, vivió actos de discriminación al ingresar a una instalación bancaria en Bogotá durante las medidas de pico y género decretadas en esa ciudad.
A pesar de que Michelle salió a hacer sus diligencias en la entidad el día que le correspondía por su identidad de género --Tal como lo menciona la norma con personas trans-- señala que fue abordada en la entrada por el vigilante, quien le pidió la cédula para poder dejarla ingresar.
'El día 22 de abril no me querían dejar entrar a Colpatria de la calle 53 con carrera 23 en el Galerías en Bogotá porque supuestamente no era mi día. El vigilante me exigió que mostrara la cédula porque quería constatar que soy una mujer. Dijo que ellos aplicaban la medida del pico y género muy estrictamente'.
Luego de constatar que Michelle tenía cédula femenina le permitieron el ingreso para hacer el procedimiento en el banco, sin embargo decidió conversar con la gerente para explicarle lo sucedido.
'Me sentí bastante triste y acudí a hablar con ella para explicarle y me dijo que de acuerdo con el decreto debían verificar si era hombre o mujer. Pero en el aviso de la entrada del banco sobre el decreto decía que las personas transgénero saldrían de acuerdo con su identidad de género.Argumenté que en ninguna parte de ese decreto decía que tenía que mostrar mi cédula, sobre todo porque muchas personas transgénero no han hecho cambio de cédula', afirma.
Michelle señala que para aclarar la situación de la norma frente a la gerente del banco decidió buscar apoyo un agente de Policía que estaba cerca del lugar pero este no tenía claro el decreto y terminó dándole la razón a la encargada del centro bancario y, por consiguiente, revictimizandola.
'La verdad la situación fue mucho más compleja para mí porque el agente no tenía clara la norma. Yo grabé el audio sobre lo que pasó', apunta.
Para la investigadora y activista Fabrina Acosta Contreras, mágister en estudios de género y creadora de la asociacion evas&adanes este tipo de situaciones ameritan pedagogía y sanciones ejemplarizantes para que no continúen repitiéndose.
'A Michelle esta situación ya le había pasado en el Éxito, la segunda vez fue en Colpatria. Ella llama al agente de Policía y resulta peor porque no entiende la norma y le llama señor, como si ella fuera un disfraz. Estamos ignorantes como sociedad de la difersidad sexual.Somos binarios, creemos que solo hay hombres y mujeres, las otras identidades nos parecen disfraces, mamaderas de gallo, atrofias y no hacemos una conciencia social. Ella es de las trans que tienen documento, ahora en las que no tienen el problema de discriminación es mucho peor', concluye.