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A pesar de los destrozos del potente huracán Irma y la advertencia de no viajar a Cuba que emitió el gobierno de Estados Unidos, la canadiense Dina Guiro se solaza esta semana en una playa cubana. "No hay nada de qué preocuparse", dice.

Sólo dos meses antes de la temporada alta de turismo (noviembre-abril), Irma castigó la costa norte de Cuba provocando la muerte de 10 personas.