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El mensaje de unidad que el papa Francisco ofreció este miércoles en Temuco, Chile, caló hondo entre los asistentes a una misa ante 150.000 personas en el aeródromo de Maquehue. Francisco le dedicó sus oraciones a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet y e condenó la violencia en la lucha por reivindicar los derechos indígenas.