El presidente ruso Vladimir Putin se bañó en la noche del jueves en la helada agua del lago Seliguer, con una temperatura de -5°C, como parte de un ritual tradicional de la Epifanía ortodoxa que se celebra cada año.
El presidente ruso Vladimir Putin se bañó en la noche del jueves en la helada agua del lago Seliguer, con una temperatura de -5°C, como parte de un ritual tradicional de la Epifanía ortodoxa que se celebra cada año.
Esta representa la mayor escalada del conflicto desde el pasado 7 de octubre.
El ataque dejó como resultado a tres miembros del Frente Popular de Palestina muertos. Se trata, según ANN, del primer atentado israelí en esta zona que ha causado víctimas.
El sumo pontífice hizo la afirmación durante su visita a la tumba de Balduino en Bruselas.
El fenómeno natural tiene a más de 200.000 viviendas y oficinas sin energía.