Lamora Williams, de 24 años, fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus dos hijos pequeños en Atlanta, Georgia.
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La sentencia, dictada este viernes, responde a un caso que ocurrió en octubre de 2017 y que conmocionó a la comunidad. Williams fue encontrada culpable de 14 cargos, incluidos dos de asesinato, crueldad hacia los niños y agresión agravada.
El caso
De acuerdo con la investigación, Williams colocó a sus hijos, Ja’Karter Penn, de un año, y Ke’Yaunte Penn, de dos, dentro de un horno encendido en el apartamento donde vivían. Los informes policiales señalan que las muertes ocurrieron con una diferencia aproximada de una hora, mientras Williams permanecía en el lugar.
En su testimonio inicial, la mujer aseguró haber encontrado a los niños sin vida al regresar del trabajo y culpó a una cuidadora. Sin embargo, la evidencia demostró que ella estuvo presente durante los hechos.
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El día del incidente, Williams llamó al 911 describiendo una escena impactante. Relató que uno de los niños estaba bajo una estufa y el otro tendido en el suelo con lesiones graves: “La estufa estaba sobre mi hijo más pequeño, y mi otro hijo estaba tendido en el suelo con el cerebro esparcido”.
Aunque en esa conversación solicitó ayuda y negó responsabilidad, las autoridades desestimaron su versión tras revisar los registros de la vivienda y los informes forenses.
Evidencias encontradas
El informe del médico forense concluyó que las lesiones de los menores eran compatibles con una exposición prolongada a calor seco. A pesar de que los cuerpos no presentaban quemaduras externas significativas, los análisis confirmaron que estuvieron atrapados en el horno encendido. La autopsia descartó otras causas de muerte y reforzó la hipótesis de los investigadores sobre las condiciones en que ocurrió el crimen.
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Jameel Penn, padre de los niños, aportó información crucial al caso al revelar detalles de una videollamada que tuvo con Williams después de los asesinatos. Según su testimonio, durante esa llamada pudo observar los cuerpos sin vida de sus hijos.
Luego de esto, según afirmó, contactó a las autoridades para denunciar la situación. En declaraciones a medios locales, Penn describió la experiencia como una escena desgarradora que comparó con “una película de terror”.
La sentencia
El tribunal condenó a Lamora Williams a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, además de 35 años adicionales por los delitos relacionados. La decisión fue tomada tras evaluar las pruebas presentadas y la gravedad de los hechos.
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Con esta sentencia, las autoridades estadounidenses ponen fin a un proceso judicial que comenzó en 2017 y que ha dejado profundas heridas en la comunidad de Georgia.
