Venezuela llega a su hora cero entre la incertidumbre y la represión. Miles de venezolanos esperan lo que podría suceder durante la posesión de Nicolás Maduro, y con una posible llegada de Edmundo González –como ha sido prometido– para tomar lugar también como presidente, según los resultados de las actas que ahora Panamá resguarda, de las elecciones del 28J.
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En ese escenario, una nueva era del chavismo despierta grandes preocupaciones en buena parte de la ciudadanía venezolana, así como en la comunidad internacional, debido a la profunda crisis en la que se encuentra la nación desde 2013 y, por supuesto, por la posición que asume Venezuela, que desde ahora podría perfilarse como un paria de la región y el mundo por cuenta de su socavada democracia y el modelo autoritario asumido por Maduro.
Lo que se podría esperar, según explicó a EL HERALDO Nastassja Rojas, profesora y consultora en derechos humanos , es “un Estado mucho más parecido al nicaragüense, donde hay un cierre absoluto del espacio cívico. Ya se dieron cuenta de que esa etapa donde podían convivir, un poco moldear a la oposición y ese tipo de cosas ya no les resulta tan segura como en momentos anteriores”.
La académica apuntó que en la actualidad el chavismo, para cumplir su objetivo, “necesita tener un control absoluto y llevar a la oposición a ser como una disidencia, ya que no existe la posibilidad siquiera de negociar una forma de convivencia”.
Por su parte, Enrique Prieto, profesor de derecho internacional de la Universidad del Rosario, agrega que Nicolás Maduro entrará “fatigado” a este nuevo periodo presidencial debido a la presión doméstica y al incremento de las sanciones económicas impuestas por EE. UU.
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“Llega un Nicolás Maduro fatigado frente a la oposición, que ha logrado organizarse un poco más que antes y el malestar ciudadano ha incrementado. Esto va a tener un efecto en su política interna, el cual podría ser positivo en el sentido de que pueda continuar o abrir espacios de diálogo con la oposición, o negativo porque simplemente esto lo lleve a tomar una posición mucho más radical de una dictadura más allá de lo que hemos visto hasta ahora”.
No obstante, advierte que en la agenda internacional todavía “no es clara” la relevancia que vaya a tener el tema Venezuela, ya que la comunidad internacional tiene otros problemas como “Rusia, Siria, Palestina e Israel”. Asimismo, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos “va a generar muchas preocupaciones en la agenda de muchos países”.
¿Nueva ola migratoria?
David Varela, profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana, declaró a esta casa editorial que la mayor preocupación de cara al nuevo sexenio en el vecino país de la mano de Maduro “debe ser la migración masiva de venezolanos y la continua compresión de su economía, que ya ha perdido más de la mitad de su Producto Interno Bruto”.
En ese sentido, asegura que “continuará un proceso de decadencia económica y social del país en todos sus indicadores. No veo una salida democrática porque no pueden continuar haciéndose elecciones bajo un Consejo Nacional Electoral o un Tribunal Supremo dominado por el chavismo”.
¿Estado paria?
Otra gran preocupación de esta nueva etapa decanta en que el país, por cuenta de las decisiones del chavismo, cada vez se presenta más como un estado paria. Sin embargo, el internacionalista David Varela asegura que Venezuela es un Estado paria “desde hace muchos años y continuará siéndolo” bajo el mando de Maduro.
“En términos políticos, sus aliados incondicionales son Rusia, China e Irán, países que no tienen credenciales democráticas y por consiguiente está situado en un escenario donde tratar o hacer negocios con Venezuela está sujeto a observación porque marcan al país como un lugar poco recomendable. Es tóxico cualquier contacto con Venezuela, es observado por todas las agencias de inteligencia financiera”.
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Alertó Varela que tener un Estado paria como vecino es “peligroso” para Colombia porque estos son “bombas de tiempo, en algún momento su condición puede explotar”.
Rojas manifestó que aunque Venezuela sí puede “terminar otra vez un poco aislado a nivel regional” vale la pena evaluar “qué tanto le podría afectar esto a Maduro y la cúpula en el poder”.
Para Jesús Agreda, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, que el país se convierta en un Estado paria “no es la posibilidad más segura” porque si bien habrá países que rechacen el Gobierno de Maduro,”hay otros que por su interdependencia compleja con Venezuela no pueden tomar una posición tan radical, como Colombia, y que de una manera indirecta reconocerá la legitimidad del régimen”.
Ausencia de Petro
En ese sentido, el anuncio del miércoles anterior del presidente Gustavo Petro en X, de que no iba a asistir a la investidura de Nicolás Maduro es acertada, según coinciden los analistas, aseverando que Colombia no puede reconocer los resultados de los comicios presidenciales porque estos “no fueron libres”.
No obstante, Nastassja Rojas ve “muy grave” que Petro haya dicho en su publicación que no se va a meter en los asuntos internos de Venezuela, cuando “no estamos hablando de unas elecciones competitivas ni de una democracia”. Además, cuestionó que el jefe de Estado considere que las elecciones no fueron libres debido a los bloqueos, lo cual ella califica como “completamente falso”, en vez de observar que fue “consecuencia de lo que hace el régimen”.
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“Dio un mensaje, pero al mismo tiempo tratando de congraciarse con el régimen, diciéndole: ‘Me queda muy difícil poder asistir, pero yo valido parte de su narrativa’”, expuso Rojas.
La docente universitaria estima que la ausencia de Petro en el acto de posesión de Maduro “le puede traer consecuencias en las relaciones con Venezuela”.
“Yo creo que el régimen de Maduro ya no va a aceptar aliados un poco velados, lo que les está exigiendo es que tienen que ser aliados públicos, con una voz fuerte apoyándolo, y quienes no sean sus aliados los considera sus enemigos”.
En cambio, al profesor Prieto le pareció “acertada, razonable y estratégica” la posición que tomó el mandatario colombiano en esta ocasión, aunque no descartó “afectaciones” en la relación bilateral.
“Creo que hasta ahora (Petro) ha tratado de tener una posición ambivalente. A mi juicio, es una posición estratégica, pragmática, para reconocer a Venezuela como un Estado, pero no reconocer el gobierno de Nicolás Maduro; sin embargo, no afecta las relaciones diplomáticas, que es importante mantenerlas por temas de migración y crimen organizado trasnacional”.
Jesús Agreda también opina que mantener las relaciones con Venezuela es una buena decisión, por eso Gustavo Petro no reconoce la victoria electoral de la oposición pese a que tampoco lo hace con el chavismo.
“En caso de que la crisis política se vuelva militar, no solo tendremos problemas en la relación económica que ha estado creciendo, después de estar completamente cercenada, sino que podríamos estar a puertas de una renovada crisis migratoria”.
No habrá cese de la represión
La persecución política que sufrió la oposición en los días previos a la posesión presidencial demuestra que “al régimen no le importa ningún tipo de consecuencia” cuando se trata de mantener el orden establecido por el chavismo, advierte Nastassja Rojas.
“Hace mucho tiempo no se veía una movilización social como la que se viene dando y, además, nuevamente hay presión internacional. Todo eso hace que (desde el oficialismo) puedan medir tal vez un aumento de los riesgos, de las amenazas, y eso les lleva a aumentar exponencialmente, como nunca antes lo han hecho, la represión”, consideró Rojas.
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En esa misma línea, Jesús Agreda señaló que el gobierno venezolano “ha demostrado estar más que dispuesto a utilizar la violencia” para blindar el proceso de posesión y darle legitimidad. “El objetivo del gobierno Maduro será simplemente mantenerse en el control del poder político y militar, ya que a la larga el caso Guaidó demostró que por simple agotamiento se termina aceptando al régimen actual”, argumentó.
En ese caso, la oposición debe –a su juicio– hacer lo posible para mostrarle a la sociedad venezolana, pero también al sistema internacional, que “existe una enorme ruptura y falta de legitimidad del gobierno Maduro”.
Para Enrique Prieto-Ríos, las acciones represivas parecen formar parte de “una estrategia para evitar el levantamiento de la ciudadanía”.
“Recordemos las filtraciones de los diálogos de Nicolás Maduro con varios líderes, en los que él decía que tocaba tomar todas las acciones necesarias para evitar que el pueblo se levantara, que tomara fuerza eso. Entonces (ahora) están en una acción preventiva política”.
Posición internacional
En ese escenario, se espera que la posición de la comunidad internacional se endurezca, especialmente la de Estados Unidos con la llegada del republicano Donald Trump al poder.
Precisamente este jueves, el mandatario electo se refirió al tema Venezuela luego de conocer la violenta interceptación de la líder María Corina Machado y los actos cometidos contra otras cabezas representativas de la oposición, y de sus familias.
“La activista venezolana por la democracia, María Corina Machado, y el presidente electo (Edmundo) González están expresando pacíficamente las voces y la voluntad del pueblo venezolano con cientos de miles de personas protestando contra el régimen”, dijo Trump en un mensaje en su red social, Truth Social. “¡Estos luchadores por la libertad no deben ser lastimados y deben seguir seguros y vivos!”, añadió Trump.
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En su mensaje, el líder republicano dijo que “la gran comunidad venezolana en Estados Unidos apoya de manera abrumadora una Venezuela libre” y aseguró que en las elecciones le “brindó un fuerte respaldo”.
Esta constituye la primera vez que el mandatario electo de los estadounidenses se refiere de manera directa a su posición respecto a las elecciones en Venezuela y al cómo su administración asumirá las relaciones con el vecino país a partir del próximo 20 de enero.
