La Casa Blanca señaló que lo ocurrido con el Gobierno colombiano el domingo, cuando se desató una crisis diplomática por el tema de vuelos de deportaciones, “deja claro al mundo que Estados Unidos es respetado de nuevo”.
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Lo hizo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en el mismo comunicado en el que informó que el Gobierno de Colombia “ha aceptado todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los extranjeros ilegales de Colombia devueltos de los Estados Unidos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitación ni demora”.
Esto después de que el presidente Gustavo Petro desautorizara en la madrugada del domingo la llegada de dos vuelos con colombianos deportados por Estados Unidos, donde se encontraban residiendo de manera irregular.
El mandatario colombiano alegó que los ciudadanos deportados estaban recibiendo trato “indigno” por parte de las autoridades de EE. UU., por lo que pidió al país norteamericano “establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros”.
La decisión de Petro desató la molestia de la Casa Blanca, empezando con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y de Donald Trump. Como primera medida, el Departamento de Estado advirtió que a partir de este lunes 27 de enero se cerraría la sección de trámites de visas en la embajada de Colombia, aclarando que no iba a ser la primera represalia. Minutos después, el mandatario republicano sacó un drástico paquete de sanciones contra Colombia, desde un aumento de aranceles hasta sanción de visas a funcionarios del Gobierno Petro. Desde ese momento, las relaciones entre ambos países entraron en cuidados intensivos.
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En respuesta, Gustavo Petro ordenó vía X (antes Twitter) al ministro de Comercio subir los aranceles a los productos de EE. UU. que llegan al país.
Sin embargo, en la noche del mismo 26 de enero la Casa Blanca y la Cancillería colombiana anunciaron que “el impasse” había sido superado tras llegar a un acuerdo.
En consecuencia, EE. UU. comunicó que los aranceles prometidos por Donald Trump contra las importaciones colombianas y las sanciones “no se firmarán, a no ser que Colombia no honre este acuerdo”. Aunque advirtió que “las restricciones de visados emitidos por el Departamento de Estado y las inspecciones reforzadas de Aduanas y de Protección Fronteriza se mantendrán en efecto hasta que el primer avión cargado de deportados colombianos regrese con éxito”.
“Los acontecimientos de hoy dejan claro al mundo que Estados Unidos es respetado de nuevo. El presidente Trump continuará protegiendo ferozmente la soberanía de nuestra nación, y espera que todas las demás naciones del mundo cooperen plenamente para aceptar la deportación de sus ciudadanos presentes ilegalmente en los Estados Unidos”, concluyó el comunicado de la Casa Blanca.
