En un trágico accidente falleció un bebé de 1 año, hijo de una influencer conocida en Estados Unidos por su contenido sobre la crianza de los hijos, en un caso que ha conmocionado al internet.
La creadora de contenido Lindsay Dewey compartió a través de su cuenta de Instagram la lamentable noticia del fallecimiento de su pequeño hijo, de 22 meses de nacido, luego de que un espejo le cayera encima, en el interior de su vivienda ubicada en el estado de Idaho.
Según contó la mujer, el niño estaba jugando con un tazón de ventosa, pegándolo y despegándolo del espejo, cuando de repente el movimiento provocó la caída inesperada de este encima del menor.
El fuerte sonido del golpe alertó a Lindsay Dewey de que algo grave había sucedido. En el momento del accidente ella se encontraba preparando la cena en otra habitación, a pocos metros del niño.
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“Cuando sucedió al principio, estaba tan confundida sobre cómo pasó… Nuestros hijos no tienen la fuerza suficiente para moverlo (al espejo), y mucho menos para bajarlo”, contó la influencer en sus redes sociales.
De inmediato auxilió a su hijo y lo llevó a la urgencia de un centro asistencial cercano, donde los médicos le informaron que el niño presentaba una inflamación cerebral y en poco tiempo entró en coma. Días después le diagnosticaron muerte cerebral y los padres aceptaron donar los órganos a otros menores enfermos.
“El peor día de nuestras vidas se convirtió en el mejor día de alguien más, y por eso estaré eternamente agradecida por nuestro pequeño héroe. Eres el milagro de alguien, Reed Michael. El milagro de 5 niños pequeños, para ser exactos. No podía dejar de pensar en las familias que recibieron la mejor llamada de su vida, su oración contestada”, reflexionó Lindsay Dewey.
En su cuenta de Instagram subió varias fotografías con su pequeño hijo fallecido y su esposo, y en la descripción dejó un emotivo mensaje en el que recuerda con amor los casi dos años que disfrutó de la compañía de Reed Michael.
“Todo lo que él conocía era amor y todo lo que daba era amor. Tuvimos tanta suerte y bendición de haber tenido 22 dulces meses para ser sus padres y protectores. Los pasillos estaban llenos de familiares, amigos y enfermeras, allí para honrarte. Siempre extrañaré un trocito de mi corazón hasta que esté en el cielo amándote de nuevo. Te quiero mucho, hijo”.
