Compartir:

Tras el fallecimiento del papa Francisco a los 88 años este lunes 21 de abril, el mundo recuerda distintos momentos de su pontificado, entre ellos su visita a Colombia en septiembre de 2017.

Durante cuatro días, el pontífice recorrió Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, llevando un mensaje centrado en la paz, la unidad y la reconciliación en un país que buscaba, en ese entonces, consolidar los acuerdos de paz tras décadas de conflicto armado.

El lema de su visita, “Demos el primer paso”, reflejaba la invitación a todos los colombianos a ser protagonistas en la construcción de una sociedad más justa y pacífica. Su llegada se produjo en un momento de suma importancia para el país, cuando el proceso de paz con las Farc generaba altas expectativas y desafíos en la sociedad.

Así fue la visita del Papa a Colombia

El 6 de septiembre, el Papa arribó a Bogotá, donde fue recibido por el entonces presidente Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño. En su discurso, Francisco destacó la riqueza natural y cultural de Colombia, al tiempo que enfatizó la necesidad de superar las divisiones y trabajar juntos por el bien común.

Al día siguiente, en la Plaza de Bolívar, celebró una multitudinaria misa que congregó a miles de fieles. En su homilía, instó a los colombianos a no desfallecer en la búsqueda de la paz y a perdonar las ofensas del pasado. También sostuvo un encuentro con jóvenes en el Palacio Cardenalicio, donde los animó a ser “artesanos de la paz” y a soñar con un futuro mejor para el país.

El 8 de septiembre, Francisco se trasladó a Villavicencio, una región profundamente afectada por el conflicto armado. Allí, presidió una emotiva ceremonia de reconciliación en el Parque Las Malocas, donde víctimas y excombatientes compartieron testimonios de dolor y esperanza. El Papa subrayó la importancia de reconocer el sufrimiento de las víctimas y de emprender acciones concretas para sanar las heridas de la guerra.

Ese mismo día, beatificó a los mártires colombianos Pedro María Ramírez Ramos y Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, resaltando su compromiso con la fe y la justicia social. La ceremonia fue un homenaje a quienes han entregado su vida por el bienestar de los demás en medio de la adversidad.

El 9 de septiembre, en Medellín, el Papa se reunió con comunidades religiosas y celebró una misa en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera. En su mensaje, enfatizó la necesidad de una Iglesia en salida, cercana a las realidades de las personas y comprometida con los más vulnerables. También abordó la importancia de la familia y la educación en la formación de valores que promuevan la convivencia pacífica.

La última etapa de su visita fue Cartagena, el 10 de septiembre. Allí, Francisco bendijo la primera piedra de un proyecto de viviendas para personas sin hogar y visitó la casa de San Pedro Claver, símbolo de la lucha contra la esclavitud y la defensa de los derechos humanos. Durante su estancia en la ciudad, sufrió un leve percance al golpearse el rostro contra el papamóvil, incidente que no impidió que continuara con su agenda prevista.

Antes de concluir su visita, el Papa se pronunció sobre la situación en Venezuela, país vecino que atravesaba una profunda crisis política y social. Desde Cartagena, hizo un llamado a encontrar soluciones pacíficas y a garantizar el respeto a los derechos humanos, mostrando su preocupación por el bienestar de los pueblos latinoamericanos.